La National Gallery refuerza medidas de seguridad tras varios ataques de activistas a sus obras
La National Gallery de Londres, uno de los museos más importantes de la ciudad, anunció este jueves que reforzará su seguridad, en particular con la prohibición de introducir líquidos, después de ataques a sus obras por diversos activistas.
Desde el viernes 18 de octubre "no se aceptarán líquidos", con excepción de la leche infantil y los medicamentos recetados, explicó la National Gallery en un comunicado.
La institución afirma haber sido "víctima de cinco ataques" desde julio de 2022 y "desgraciadamente ahora hemos llegado a un punto en el que nos vemos obligados a tomar medidas para proteger a nuestros visitantes, empleados y la colección", añade el texto.
Hace una semana, dos personas cubrieron brevemente una obra de Pablo Picasso en la National Gallery con la foto de una madre y su hijo heridos en Gaza.
Los dos miembros del grupo, llamado Youth Demand, que pide el cese de venta de armas a Israel, pegaron la fotografía en el vidrio protector de la obra "Maternidad", pintada por el artista español en 1901.
Uno de los manifestantes gritó "Free, free Palestina" (Libre, libre Palestina) en el momento de su detención.
A finales de septiembre, otros dos activistas medioambientales fueron condenados a penas de prisión por haber arrojado sopa en 2022 sobre el cuadro "Los girasoles", del pintor neerlandés Vincent Van Gogh.
Cuando se hizo pública dicha condena, el mismo cuadro y otra versión de "Los Girasoles" fueron nuevamente atacados por activistas del mismo grupo.
En su comunicado, la National Gallery también menciona incidentes contra las pinturas "El carro de heno" de John Constable, en 2022, y "La Venus del espejo", de Diego Velázquez, en 2023.
Todas las obras, protegidas por vidrios, no resultaron dañadas en esos cinco ataques, pero sí sus marcos en algunos casos.
El acceso a la National Gallery, situada en el corazón de Londres, cerca de Trafalgar Square, es gratuito, igual que a todos los museos públicos británicos.
Los visitantes de la National Gallery se someten a un control de seguridad, pasando por una puerta detectora de metales, y sus bolsos pueden ser inspeccionados por un trabajador del museo.