La Real está a punto de embarcarse en un exigente tramo de 22 días en el que disputará siete partidos cruciales, tanto en La Liga como en la Europa League y la Copa del Rey. Este calendario frenético pondrá a prueba la capacidad del equipo de Imanol para gestionar las rotaciones y mantener el nivel competitivo ante rivales de gran calibre. La dificultad se acentúa al saber que cinco de los siete encuentros se jugarán lejos de Anoeta, lo que complica aún más el desafío que se le avecina en las próximas tres semanas.
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