El Producto Interior Bruto (PIB) de China creció un 4,6 en el tercer trimestre del año. Se trata de una de las marcas más bajas desde la reapertura a finales de 2022 tras los tres años de aislamiento provocados por la política de covid-cero, referencia temporal que ilustra la acusada debilidad de su economía. La cifra oficial revelada hoy por la Oficina Nacional de Estadística se sitúa por debajo del objetivo para 2024, fijado en marzo durante la reunión anual del órgano parlamentario en «alrededor del 5%», vaga referencia que resulta humilde en comparación con la serie histórica pero ambiciosa ante el descendente curso de los acontecimientos: en el segundo trimestre del año el PIB había repuntado un 4,7%, frente al 5,3% del primero. «Tras la desaceleración del segundo trimestre, la economía recuperó algo de impulso el último trimestre. El apoyo del estímulo fiscal debería ayudar a cumplir por poco el objetivo de crecimiento anual este año y estimular la actividad en los próximos trimestres, aunque esto no impedirá que el crecimiento vuelva a desacelerarse a finales del año próximo», apunta Zichun Huang, analista de Capital Economics. El Gobierno chino inició a finales de octubre una sustancial política de estímulos, la cual generó una potente reacción bursátil que no se ha traducido todavía en un cambio de inercia ante la falta de detalles específicos y el pesimismo general. El anuncio, sin embargo, evidencia que la cúpula del régimen es consciente de la problemática situación y que tras meses de inmovilismo está dispuesta a tomar medidas para tratar de solucionarla. «Sin embargo, la recuperación sigue sobre bases inestables. El mercado inmobiliario sigue estancado, con volúmenes de ventas que siguen bajando y precios de las viviendas que siguen cayendo. En la conferencia de prensa del sector inmobiliario de ayer se dieron a conocer pocas medidas nuevas, que por sí solas es poco probable que impulsen un cambio significativo en el sector y en la actividad económica en general», continuaba la economista en un informe difundido tras la publicación del guarismo. «Por lo tanto, mucho dependerá de la implementación del apoyo fiscal . Si bien el Ministerio de Finanzas no proporcionó una cifra específica sobre el tamaño del estímulo fiscal en la conferencia de prensa del sábado, sí se comprometió a utilizar los fondos existentes para aumentar el gasto fiscal en el cuarto trimestre e insinuó una expansión del déficit presupuestario el próximo año. Esto debería garantizar que el objetivo de crecimiento anual se cumpla por poco este año y que el crecimiento se acelere en los próximos trimestres».
