De encargado de tesorería a CFO, quién es el ejecutivo que eligen como uno de los mejores
Alejandro Calabró (49) tiene una larga experiencia en el mundo de las finanzas. Contador Público por Universidad de Buenos Aires (UBA), tiene un MBA (Magister in Business Administration), también de la UBA y una lista de posgrados que incluyen un CIA (Certified Internal Auditor) emitido por el Institute of Internal Auditors USA y un CIIA (Certified International Investment Analyst) en el IAEF. Además de una especialización en Normas Contables y de Auditoría Argentinas e Internacionales del Consejo Profesional Ciencias Económicas de la Ciudad de Buenos Aires (Cpcecaba).
Todo ese bagaje académico le permitió construir una sólida carrera en el mundo de las finanzas, que creció de encargado de Tesorería en el Grupo Ipesa-Río Chico, una empresa del rubro plástico, cuando aún estudiaba en la UBA, a su actual posición de CFO de Permaquim, una firma proveedora de servicios y equipos para manejo de efectivo.
En el medio, fue escalando el organigrama financiero de compañías de todos los rubros. Dejó la Tesorería de Ipesa-Río Chico para hacerse cargo, en la misma empresa, del área de Contaduría y Auditoría Administrativa, primero; y de Administración, después. Luego de seis años, se cambió a Vitco, una multinacional neerlandesa de servicios petroleros, donde ocupó el puesto de Responsable de Administración y Finanzas. En la última década, se hizo cargo de las gerencias de Administración y Finanzas en la Cadena de Farmacias Vantage (Grupo Sidus) y en Argentine Trust Developments, una firma del Grupo Newland dedicada a la administración fiduciaria, el desarrollo inmobiliario y la construcción.
En 2016, ingresó a Permaquim como gerente de Administración y Finanzas para la Argentina, Chile y el Uruguay. En agosto de 2022, fue ascendido a director del área (CFO). Tiene a su cargo las secciones de gestión financiera, contaduría, impuestos, facturación, créditos y cobranzas, tesorería, cuentas por pagar, inspecciones, asuntos legales y societarios, presupuesto, elaboración de información de gestión, planeamiento estratégico y evaluación de proyectos.
Un combo que lo apasiona. "Lo que más me gusta de la posición es la transversalidad que implica. Damos soporte a toda la compañía, mejorando procesos y optimizando los recursos para brindar el mayor valor agregado. Es una función muy integral en la que tienen que converger disciplinas de todo tipo y herramientas blandas muy bien desarrolladas. Adicionalmente, en mi caso, soy docente de la UBA, con lo cual también me apasiona en mi función lo que es la trasmisión de buenas prácticas. La relación con entidades financieras con las que colocar y captar fondos, dependiendo de nuestra situación en cada momento, generando muy buenas ideas, es otro factor atractivo", explica.
En agosto de 2022 fue ascendido a CFO y actualmente tiene 23 colaboradores a cargo.
Calabró reporta su gestión al gerente general de Permaquim. "Hace ocho años que estoy en compañía. Es una empresa que se encuentra en un franco proceso de profesionalización, lo que es divertido para los que tenemos pasión por la mejora continua. Además, somos líderes en nuestro nicho y somos innovadores", destaca.
Fundada en 1982 en Buenos Aires, la firma lidera el mercado regional de soluciones tecnológicas para el procesamiento de valores. Comercializa contadores de billetes, slots, validadoras, empaquetadoras, entre otros productos de manejo físico de efectivo.
Calabró tiene 23 colaboradores a cargo, que abarcan todas las áreas de administración y finanzas de la compañía, un equipo de trabajo al que le gusta guiar de manera creativa y respetuosa. "Para mí, es importante ir hacia la excelencia en el marco de las buenas prácticas. Pero nunca perder de foco los aspectos blandos, ponderado el respeto y el buen clima. También, tener un claro enfoque de servicio, ya sea al cliente externo como al interno", afirma.
"Uno de los desafíos que tenemos los CFO es convivir en paralelo con lo urgente. Pero nunca perder de vista lo importante", dice. En ese marco, y con una función compartida entre la filial local, Chile y Uruguay, organiza su trabajo diario, que incluye varios viajes por la región. "Mayormente sigo una agenda predeterminada, pero que va mutando con flexibilidad con los temas que surgen y requieren de rápida resolución", advierte.
Entre los logros de su gestión durante el último año, estuvo conseguir que la regulación cambiaria no cortara el ritmo de crecimiento. "Somos una empresa que importa parte de su gama de productos. Por eso, uno de los desafíos más importantes de este período fue sortear de manera muy creativa todos los obstáculos normativos para poder girar al exterior e importar, optimizando los aspectos impositivos, cambiarios y financieros para lograr el mayor valor agregado para la compañía", asegura el ejecutivo.
Advierte que un buen CFO tiene que tener "resiliencia, anticipación y flexibilidad para maniobrar y cambiar decisiones o estrategias muy rápidamente ante escenarios cambiantes. Además, visión estratégica, muy buenas relaciones con actores financieros del mercado, visión integral del negocio, herramientas comunicacionales y gran liderazgo".
Todo eso, en la Argentina, es todavía más volátil. Calabró es optimista ante el cambio de ciclo económico. "Creo que el sendero que se está transitando es auspicioso, pero hay todavía un gran camino por recorrer. El trabajo que se está llevando a cabo en materia de superávit y control de la inflación es fundamental, pero falta credibilidad para que ingresen capitales y la economía entre en un sendero de crecimiento", advierte.
La docencia es otra de sus grandes vocaciones. Hace 23 años que da clases de Administración Financiera en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, nombrado por concurso académico. Es autor de "Matemática Financiera como herramienta para la toma de decisiones", publicado por Ediciones Técnicas Empresariales, en 2009. "Es muy importante formar a los nuevos profesionales en el ejercicio de buenas prácticas para nuestra actividad", asegura.
Fuera (o no tanto) del trabajo le gusta organizar asados con amigos y familiares. "Disfruto mucho de ser anfitrión, ver buen tenis y reunirme con gente del mercado financiero para intercambiar ideas y crecer juntos". Se lleva las finanzas a todas partes.