La pintora norteamericana Mary Cassatt (II)
La primera vez que Degas, un hombre de firmes convicciones conservadoras, un marcado antisemitismo, y un ingenio que a veces era cruel e irascible, se quebró, fue a través de un cuadro de Mary. No era la mejor de las personas, pero sabía reconocer el talento, que es básicamente todo lo que le importaba. Cuando vio en el Salón de París el cuadro de una mujer con un vestido azul, de pronto se sintió conmovido. “Aquí hay alguien que siente como yo lo hago”, dijo.