Norris logra una pole caótica con accidentes de Alonso y Sainz

Una nube de spray rocía a todos los coches en la primera manga de una clasificación que se disputa a las 7:30 de la mañana en Sao Paulo. Madrugón histórico en la F1 para todos sus ocupantes para combatir las predicciones del tiempo, que anuncian mucha agua durante la tarde brasileña. Es una mañana de accidentes y banderas rojas, parones y reanudaciones por la lluvia que todo lo altera, con pole para Norris. Son condiciones de conducción muy difíciles para los pilotos, que se quejan en el desierto porque contra la naturaleza no pueden hacer nada. « El coche es inconducible «, suelta Lewis Hamilton por la radio después de caer eliminado en la Q1. Es el primer error potente del argentino Franco Colapinto, quien pierde el tren trasero y se va contra las vallas después de varias carreras en las que fue la sensación. «Lo siento, chicos», dice. La clasificación es una lotería que puede salir por cualquier lado. Alonso se siente cómodo en el agua, donde las manos deciden todo y los coches se igualan. Décimo en el primer parcial. La Q2 decreta una esperanza para Fernando Alonso , que se la juega con la lluvia y neumáticos intermedios y se ubica segundo en esta ronda, solo superado por Lando Norris. Son las manos del piloto las que giran la realidad: un Aston Martin Martin que no va, pero un piloto que marca diferencias. Carlos Sainz también pide disculpas después del accidente que sufre en la Q2 y que lo aparta de la clasificación. En la curva 2 se va contra las protecciones y queda fuera. «Lo siento, chicos», comenta. Los mecánicos de Ferrari tienen muy poco tiempo para reparar el coche, la carrera será en cuatro horas. La tercera bandera roja llega por una salida de pista de Lance Stroll, el tercer accidente que perjudica por una vez a Max Verstappen. El holandés ya no puede mejorar, no hay tiempo, su duodécima posición, que será decimoséptima en parrilla por una penalización de cinco puestos. La ilusión de Alonso se desvanece a los cinco minutos de comenzar la Q3 con solo nueve pilotos. El español también sucumbe a la tortura de la lluvia, de las curvas peligrosas. Pierde la trasera del Aston Martin y choca contra las TecPro. También pide disculpas. «Lo siento», comenta por radio tras el accidente. Saldrá noveno. Los pilotos juegan con un riesgo extremo en la lluvia y rápidamente se ven las consecuencias. Albon destroza el Williams en un accidente muy fuerte cuando quedan tres minutos para acabar. Lo probable es que no puede competir por la tarde, tal es el destrozo del auto. Solo siete coches llegan enteros al tramo final, tres últimos minutos de riesgo y emoción en los que Norris consigue la pole por delante de Russell y Tsunoda.