La tromba de agua me alcanzó al paso por
Sitges regresando a
Barcelona desde
Cunit. En una hora empezaría el derbi en el
Lluís Companys de Montjuïc. Era el momento en que las máximas autoridades del estado recibían abucheos, insultos, fango y gritos de asesinos en su visita a uno de los centros del siniestro de la
DANA que asoló muchas poblaciones cercanas a
Valencia. Los
Reyes y el presidente de la
Generalitat se quedaron más de una hora en
Paiporta, el epicentro de la desgracia, aguantando la bronca y la rabia del público. Escucharon y fueron increpados. Hicieron bien las fuerzas de seguridad en evacuar a un presidente
Sánchez abatido emocionalmente.
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