El Gobierno debe apresurarse a resolver el problema de que la licitación del concierto para prestar cobertura a Muface haya quedado desierta al no satisfacer la oferta a las tres aseguradoras (Asisa, Adeslas y DKV) que venían prestando el servicio. A menos de dos meses de la conclusión del actual concierto y en pleno pico estacional de la gripe, quedan en el aire, sin atención sanitaria, aproximadamente 1,5 millones de personas (entre funcionarios, sus familias y empleados públicos jubilados) que en la actualidad integran Muface y que deberán pasar directamente a la Seguridad Social si no se resuelve en otro sentido la situación. El Ejecutivo debe mejorar la oferta del concierto si no quiere tensionar más los diecisiete sistemas sanitarios autonómicos, lo que significaría más demoras en la atención primaria y por parte de especialistas, amén del aumento de las listas de espera quirúrgica y de la falta de camas para hospitalización. La urgencia es, nunca mejor dicho, máxima.