Parece que fue ayer cuando a
Jules Koundé, central de formación, le incomodaba jugar de lateral derecho.
Xavi Hernández y Didier Deschamps se aliaron para hacerle ver que en la banda podía ofrecer un gran rendimiento tanto en el Barça como en la selección francesa. Costó algunas discusiones en castellano y francés, quizás hasta en arameo, pero al final claudicó. Y
Hansi Flick tuvo la fortuna de encontrarse a un
Koundé ya convencido de ser un ‘2’ solvente en defensa, maduro a sus 25 años para entender la demarcación y con un enorme margen de mejora en ataque, un valor que se encargó de resaltar en Belgrado con una actuación estelar.
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