El internacional noruego
Espen Eskas llegó a molestar en alguna ocasión al correr lo justo para estar cerca de la jugada en el
Estrella Roja-Barcelona. Sancionó faltas con un criterio uniforme aplicando correctamente la ventaja dando fluidez al juego acertando en el minuto 26 al no sancionar con penalti el forcejeo de
Iñigo Martínez con
Ndiaye. Tuvo en todo momento el control del choque solventando los pequeños conflictos entre los futbolistas. Amonestó correctamente a Ndiaye por una entrada a
Cubarsí y a
Spajic por una patada en la cara al propio central del
Barcelona.
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