La sospecha de infidelidad que destapó los abusos sexuales de un hombre a su hijastra de 9 años

La Policía Municipal ha detenido a un presunto depredador sexual por abusar de la hija de su compañera sentimental, con las que convivía. El individuo guardaba en un teléfono unos archivos ocultos con fotografías de la menor en ropa interior, tomadas sin que ni ella ni la madre se dieran cuenta. Fue precisamente la progenitora la que descubrió el delito, pues llevaba tiempo escamada con la actitud de su novio. Los hechos ocurrieron la madrugada del 20 de octubre, a las 3.45 horas. Una patrulla de la Comisaría Integral del Distrito de Carabanchel que circulaba por la calle del Pelícano vio cómo una mujer, peruana de 29 años, les pedía ayuda. Estaba extremadamente nerviosa. Explicó a los agentes que había conseguido desbloquear uno de los dos móviles de su pareja, un compatriota suyo llamado Carlos Alejandro G. S., aunque con DNI español. Llevaba tiempo sospechando de él, pues manejaba dos terminales: «Pero jamás me deja tocar uno de ellos», precisó. La mujer quizá pensaba que Carlos tenía una relación paralela, que le era infiel. Aprovechó que tanto él como los dos hijos del varón, así como la suya propia, de 9 años, estuvieran dormidos para lograr desbloquear el aparato. «Entonces, he descubierto que guarda fotos de índole sexual de mi niña», declaró. Los policías le pidieron acceder al teléfono y ella añadió: «Hay muchos vídeos y solo he podido ver dos de ellos. Me he puesto muy nerviosa». Los agentes vieron ese material del que hablaba la denunciante: en una primera grabación se veían las piernas y los genitales de la niña tapados; estaba realizado desde el otro lado de una puerta entreabierta. En el otro vídeo lo que se veía era la ropa interior de la pequeña y estaba tomado al descuido desde debajo de su falda. Ella afirmó que el sospechoso estaba en la vivienda en ese momento y los policías municipales solicitaron la asistencia sanitaria para la niña, por lo que acudió el Summa-112, y también agentes de la Comisaria de Apoyo y Protección a la Mujer, Menor y Mayor, que desplazó un indicativo. Abrieron un expediente de protección. Como la madre se mostró dispuesta a denunciar a Carlos Alejandro, el individuo quedó detenido por un presunto delito sexual. Rechazó ser atendido por ningún facultativo. La mujer añadió: «Hay muchos vídeos en la carpeta de 'ocultos', pero solo he podido ver dos de ellos» . Por otra parte, también una patrulla de la Policía Municipal, salvó la vida 'in extremis' de una bebé de cuatro meses. El relato de los hechos es escalofriante y no sería extraño que los intervinientes fueran condecorados en la próxima festividad de San Juan, patrón del Cuerpo. Los agentes de la Comisaría Integral del Distrito de Villaverde recibieron el aviso de que en la calle de Encarnación Oviol había un bebé que no respiraba y que su familia pedía ayuda urgente. Primero se encontraron con una señora mayor que lloraba y solicitaba auxilio: «Mi nieta no respira». Subieron al piso y el rellano estaba lleno de gente, con llantos y gritos de los familiares. Entonces, salió la madre, paraguaya de 22 años, con la niña en brazos. El subinspector al cargo tomó el cuerpecito y la puso boca abajo, dándole pequeños golpes en la espalda por si era un atragantemiento. Estaba muy pálida, con las mejillas azuladas y continuos espasmos. La primera maniobra no dio sus frutos. Así que los policías se llevaron a la pequeña en el coche patrulla porque la ambulancia tardaba. El hospital 12 de Octubre está a menos de cinco minutos, pero al cabo de dos, mientras que un agente conducía y el subinspector iba detrás con la niña boca abajo, metiéndole los dedos en la boca y golpeándola ene la espalda. Entonces, a la víctima le vino una arcada y un vómito y notaron una pequeña inspiración. Llegaron al hospital. La llevaron a un box y consiguieron reanimarla. Se escuchaba el llanto de la cría. Tanto la familia como los facuotativos y agentes de la Policía Nacional felicitaron al subinspector.