“¿Qué que le he dicho a los jugadores? Vamos a hacer América grande otra vez y a ganar a los Celtics esta noche”, decía un alegre
Steve Kerr un rato antes de la visita de los Warriors a Boston. Y
Stephen Curry y su banda demostraron que todavía pueden hacer América a su manera cantando victoria en medio de las estridentes notas del órgano del TD Garden (112-118) para ponerse 7-1 en lo alto del Oeste.
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