Para llegar a la pintoresca ciudad checa de Pilsen, lugar donde jugará la Real esta noche ante el Viktoria Plzen local, el club txuri urdin tuvo que salir de Donostia hacia Pamplona en bus, luego en avión a Praga y de allí de nuevo en bus hasta el destino final. Un viaje medido que cumple con el objetivo de llegar al destino deseado. Sin embargo, la Real Sociedad no quiere hacer un camino tan largo para alcanzar los octavos de final de la Europa League. No quiere escalas, ni eliminatorias previas, ni sufrimientos en la última jornada de la liguilla. Quiere un vuelo chárter directo, saltarse una ronda, y para ello debe quedar entre los ocho primeros al término de esta fase.
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