Ante una catástrofe como la provocada por la DANA toda ayuda material y emocional es poca. Pero lo cierto es que no siempre se acompaña (presencial, virtual o telefónicamente) de la manera más acertada. A menudo se aporta a los afectados todo tipo de consejos, recomendaciones, llamadas a la acción, intentos de que contacten con un psicólogo y numerosas propuestas para que se muevan, para que reaccionen, para que sigan adelante... Pero muchos de ellos están cansados físicamente, saturados psicológicamente y desbordados emocionalmente. Por eso para que las interacciones con ellos sean eficaces y respetuosas lo que propone Francisco Gullón, psicólogo clínico en el Hospital de Día de Salud Mental de Granada y profesor de la Academia APIR , es abordar la ayuda con dos ingredientes fundamentales: la naturalidad y la empatía . «Cuando hacemos referencia a la naturalidad hablamos de no forzar; habrá gente que no esté en el momento de hablar todavía e incluso algunas personas asegurarán que no quieren ningún tipo de intervención por parte psicólogos y esto es comprensible y razonable. En cuanto a la empatía, supone no dejarse devastar por la tragedia, pero sí poder situarse en la piel, en las circunstancias y en el momento de la persona que ha sufrido este terrible evento. Pocas sensaciones hay más reconfortantes a nivel psicológico que la de sentir que tu interlocutor te está comprendiendo sin haber pasado por las mismas circunstancias que tú», explica. En cuanto a la actuación de los profesionales de la salud mental, Gullón revela que los psicólogos expertos en intervención en catástrofes y emergencias tienen todo un corpus de técnicas en este sentido y que una de las más conocidas es el debriefing psicológico (una sesión en la que participa un grupo de individuos que han experimentado el evento, así como cualquier profesional implicado en las labores tras el suceso catastrófico). Pero además lo que considera necesario es validar emocionalmente aquello que está sintiendo la persona, es decir, que no se juzgue ni se trate de cambiar esa rabia, ese dolor y esa soledad que la persona está viviendo. Además, el psicólogo aclara que es fundamental adaptarse al tiempo de cada persona que se atiende, pues unos podrán necesitar una semana, otros un mes y otros incluso más tiempo en acercarse a realidades tan dolorosas como ésta. Por lo tanto, según aclara, no existe una cronología preestablecida que sea el correcto o el habitual para digerir este tipo de tragedias . «Es de vital importancia respetar los plazos y los tiempos de cada uno», manifiesta. La clave para ello, según añade, es mantener durante todo este proceso la sensibilidad que nos recuerde que quien marca los tiempos del acompañamiento es precisamente la persona afectada, ya que un acompañamiento a destiempo puede resultar más dañino que saludable. Además de la imprescibdible ayuda material, del apoyo logístico y de la red familiar y de amistades que se pueda crear para facilitarles la vida, también es recomendable hacer un esfuerzo por acompañarles para que no se sientan solas. «Toda aquella acción que ayude a aliviar la soledad de los supervivientes es una buena acción», insiste Gullón. Otro aspecto que destaca el experto es que deben sentir que están siendo ayudados . «En muchas ocasiones lo que genera un mayor malestar a nivel psicológico es sentir que uno necesita ayuda y que precisamente ésta no llega. Y desde luego hay que huir de los discursos que plantean que solo hay una manera de afrontar esto», aconseja el psicólogo. En definitiva, el transcurso del tiempo , la ayuda constante y el acompañamiento son los factores que, según indica el psicólogo, pueden contribuir a que los afectados por la DANA pueden digerir la catástrofe de la manera menos dañina posible. Pero para eso es fundamental maximizar los factores que contribuyan a que su malestar no se enquiste. «Es razonable, es lógico y es apropiado sentirse devastado cuando ha ocurrido algo tan grave. Por eso en estos momentos es fundamental que toda la sociedad se implique en hacerle ver a esas personas que están sufriendo que no tendrán que reconstruir todo solo con sus manos , sino que lo harán con el apoyo de toda la sociedad. Se han vivido, se están viviendo y se vivirán tragos muy duros; pero si logramos afrontarlos conjuntamente y con esa sensación de apoyo constante, conseguiremos ponerle freno a las consecuencias psicológicas de esta devastación», plantea. En este sentido son muchas las iniciativas de solidaridad y empatía que están brindando atención psicológica personalizada gratuita para los afectados por la tragedia de la DANA y que desde hace varios días estamos compartiendo en la cuenta de instagram de @abc_bienestar .
