Desde sus orígenes, la obra de Fernando Sinaga (1951) ha venido guardando un estrecho vínculo con algunas corrientes del pensamiento filosófico. Su mirada no se ha limitado a aportar una experiencia estética, sino que algunos de sus principales rasgos de creación, como puede ser el caso de la identidad, la percepción y la existencia, vienen a ahondar también en un debate próximo a la reflexión filosófica. Así, ha recurrido a la indagación de distintas vías de pensamiento asentadas en la propia disciplina de la filosofía, lo que le ha llevado a elaborar un lenguaje visual muy reconocible y personal, en el que pueden detectarte ideas de autores como Sartre o Heidegger, quienes reflexionan sobre la naturaleza del ser y la...
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