El comercio pierde más de 1.800 millones de euros anuales por hurtos
Decenas de establecimientos se enfrentan a diario a robos que les suponen un daño económico considerable, sobre todo si se trata de negocios pequeños. De hecho, la pérdida desconocida supone un impacto del 0,74% del total en la facturación anual de las empresas de distribución en España, un porcentaje que se cifra en unos 1.856 millones de euros según los datos del último Barómetro del Hurto en la Distribución Comercial, recopilados por NIQ con la colaboración de Aecoc y el patrocinio de Checkpoint Systems.
Cabe destacar que el impacto de los hurtos en la actividad económica de los comercios en 2023 se ha reducido con respecto a los datos de 2022, cuando la pérdida desconocida supuso un impacto de 2.278 millones de euros o, lo que es lo mismo, 0,9% del total de facturación de las empresas. Por tanto, a pesar del problema que suponen los robos, parece que repercuten menos.
Al analizar las acciones que más influyen, destaca que los hurtos externos protagonizan más de la mitad de los casos, concretamente el 57%, mientras que los errores administrativos implican un 23% y el hurto interno o de empleados significan tan solo un 15%, siendo el 4% restante el que corresponde al fraude de proveedores. En este sentido, el director de servicios de comercio electrónico y prevención de la pérdida de Aecoc, Alejandro Sánchez, ha destacado que el año pasado los hurtos crecieron a un ritmo del 3% con respecto a 2022, sumando alrededor de 660.000 actos.
Ocho de cada diez empresas encuestadas también han notado un aumento de los hurtos externos en el último año, lo que reconocen que les genera enormes pérdidas económicas. Además, hay que recalcar que el 55% de los robos los cometen bandas organizadas que operan con fines lucrativos, mientras que el 64% son perpetrados por reincidentes. Con respecto al perfil más habitual, destaca que casi la mitad de los hurtos (44%) los llevan a cabo personas que no superan la treintena.
Los artículos más cotizados
Alimentación y bebidas es la categoría preferida de los ladrones al acumular un 54% de las pérdidas, siendo los vinos y licores, embutidos, conservas y aceites los artículos más cotizados, este último, además, es el producto en el que más se han incrementado los hurtos en el último año.
Las empresas también reportan aumentos en los hurtos de productos de cuidado personal, belleza, perfumería y parafarmacia, con especial incidencia en las cremas faciales y productos capilares. Mientras tanto, en el sector electrónico destacan los hurtos de smartphones, auriculares, videojuegos y portátiles, y en el textil los de calzado y ropa (principalmente camisetas, pantalones o vestidos), pero también las gafas de sol, que entran entre los 10 productos más vulnerables.
Efectividad de la seguridad
La mayoría de los incidentes se producen en la sala de ventas y en la salida de cajas, espacios muy vulnerables, más teniendo en cuenta que cada vez se instalan más cajas de autopago, máquina que facilita la labor de cobro a los clientes y el robo a los ladrones. De hecho, el 57% de los comercios considera que el hurto en estas cajas es mayor.
Por este motivo, todas las empresas admiten que utilizan cámaras y alarmas en sus establecimientos, aunque el 94% prefiere incrementar todavía más su seguridad usando antenas y arcos antihurto. También pueden proceder con el alarmado de productos específicos, una medida bastante dispar entre las empresas encuestadas: un 25% protege siete de cada diez productos vulnerables, mientras que otro 20% apenas lo hace con dos de cada diez de estos artículos.