El Papa desea viajar a isla francesa de Córcega, tal vez en diciembre
El papa Francisco desea viajar a Córcega, en el sur de Francia, y se están llevando a cabo contactos diplomáticos entre la Santa Sede y el Elíseo en torno a un proyecto de visita a mediados de diciembre, indicaron a AFP fuentes cercanas al Vaticano.
El papa argentino, que pronto cumplirá 88 años, podría visitar Ajaccio para participar en un coloquio sobre la religiosidad popular en el Mediterráneo previsto para los días 14 y 15 de diciembre, según esas fuentes.
Interrogado por AFP, el Vaticano afirmó que el proyecto está "en estudio", sin precisar la fecha. Ni el Elíseo ni la nunciatura apostólica (embajada del Vaticano) en París han querido hacer comentarios.
Si esta visita se confirmara sería un hito histórico para la isla, de mayoría católica, ya que nunca antes un papa ha visitado Córcega.
El rumor de este desplazamiento generó gran entusiasmo en la isla, y muchos hoteles en Ajaccio registraron un aumento de reservas para el fin de semana del 15 de diciembre.
El proyecto fue iniciado por monseñor François Xavier Bustillo, obispo de Ajaccio desde 2021, muy popular y mediático, que fue nombrado cardenal en septiembre de 2023 por el sumo pontífice, que lo recibió el lunes en una audiencia privada.
El jefe de la Iglesia católica ya visitó Francia en dos ocasiones: en 2014, cuando viajó a Estrasburgo, en el noreste del país, y en septiembre de 2023, cuando estuvo en Marsella, en el sur.
Situada a 160 km del continente, Córcega, la cuarta isla más grande del Mediterráneo por su superficie, tiene unos 350.000 habitantes, de los cuales 90% son católicos, según la Iglesia local, y las tradiciones religiosas, como las procesiones, siguen muy arraigadas.
El Vaticano y esa isla también comparten vínculos históricos, como la implantación del monaquismo bajo Gregorio I en el siglo VI o la creación de la Guardia Corsa Papal en el siglo XVII.
Desde Malta hasta Sicilia, pasando por la isla griega de Lesbos, Francisco ha hecho varias visitas por el Mediterráneo, una zona que concentra varias de las prioridades de su pontificado, como el diálogo interreligioso y la acogida de migrantes.
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