El calentamiento multiplica virus, bacterias y otras especies hospedadoras de patógenos y dispara el uso de fármacos. Tradicionalmente en la península ibérica los periodos de bajas temperaturas en invierno acababan con las poblaciones de mosquitos que llegaban desde África, y estas no crecían demasiado ni salían de algunos rincones muy concretos. En la actualidad, a mayor exposición, más crecimiento de enfermedades trasmitidas y, como consecuencia, mayor consumo de medicamentos. Una situación que afecta especialmente a la provincia de Alicante, donde los mosquitos están presentes ya todo el año.