Los conocéis, aunque nunca hayáis hablado con ellos. Los habéis visto, porque fuisteis alguna vez vosotros. De ahí el nudo de globo relleno de agua con cloro en la garganta, las cosquillas de la emoción en las cuencas de los ojos. El grandullón y el chiquitín. El armario y el renacuajo. Gigante y Nobita. Sabéis a quien se le ocurren las trastadas y cuál de los dos es el que, pese a que le parecen una mala idea y sepa que los van a pillar, acaba metido hasta las trancas en el plan, dispuesto a caer con el equipo. Tenéis claro quién es al que más temen los demás, el que media en las trifulcas del patio. Sí, vosotros sabéis... Ver Más