La dura y sincera confesión de Paula Badosa a Álex Corretja: “He pasado momentos muy oscuros”
Paula Badosa ha recuperado la sonrisa en un año en el que lo ha pasado mal, y que acabará con la disputa de la Billie Jean King Cup, en Málaga. España se enfrenta hoy a Polonia y Paula, la número uno del equipo capitaneado por Anabel Medina, se enfrentará a Iga Swiatek, la referente del tenis femenino las últimas temporadas. Lo hace con mucha confianza, “renacida” después de haberlo pasado muy mal. “Ahora estoy en este momento tan estable porque he pasado por mucho desde hace años por ansiedades, depresiones, pero luego también estar en la cima, volver a recaer con una lesión, empezar el año, verme a un nivel muy lejos de lo que me esperaba, ahora volverme a ver bien... Pero claro, todo eso ha llevado un trabajo, experiencia, madurez, y todo eso me ha llevado a estar en el mejor momento emocionalmente de mi vida”, confesó la tenista.
Paula pasó de joven por la depresión, después de haber ganado Roland Garros júnior en 2015 y costarle un poco más asentarse en la cima con las "mayores". La terminó alcanzando, fue la dos del mundo, y una lesión de espalda recientemente la ha llevado al límite. Tuvo que terminar el curso pasado de forma prematura en gosto y al comienzo de este tampoco se encontraba. “Yo nunca me he escondido de todo esto. He pasado momentos muy oscuros. Siempre lo he hablado con profesionales y siempre he tenido a gente que me ha ayudado. Para mí la clave, por personalidad, ha sido tener a mucha gente a mi lado, profesionales y un buen equipo, con el que yo pueda expresarme. En un deporte tan exigente como el tenis necesitas tener un equipo con el que te puedas comunicar, ya sea antes de un partido, de un entreno... Y que ellos puedan ir en la misma línea que tú para ayudarte”, explicó la tenista.
Tocó fondo en Madrid
“Este año es una montaña rusa emocional. Ha habido fases muy oscuras en las que no encontraba soluciones y luego ha sido todo lo contrario. También en esos momentos malos lo que más he admirado de mí misma es no dejar de creer y que en esos momentos es cuando más he trabajado”, explicó. ¿Y se ha planteado dejarlo? “Sí y no”, responde. Y se explica: “Sí había momentos en los que decía que no quiero seguir; este año porque no encontraba soluciones con la lesión y me veía lejos del nivel que quería. Y luego no, porque algo dentro de mí me decía: vuelve a intentarlo mañana, vuelve a entrenar, date un ultimátum, sabía que algo iba a pasar a mi favor”.
Un momento clave fue la derrota en el Mutua Madrid Open. “Se me pone la piel de gallina. Salgo destrozada, me acuerdo ir a mi habitación, reunir a todo mi equipo y decir: “Hay que hacer algo, porque ahora mismo... No sabía si necesitaba un mes de no saber de tenis, si hablar con 50 médicos más por mi espalda, si cambiar muchas cosas de mi equipo... Ese día dije que tenía que aclararme, dormir y ver qué hacer. Mi entrenador también daba su opinión, y le dije que tenía que añadir a dos personas en mi equipo, volver a lo que me fue bien, que fue 2021, y las añadí: uno era el preparador físico, al final con la lesión no estaba como debería, también es verdad que no podía entrenar seguido. Y luego otra persona que se encarga de la nutrición y la parte mental. Me puse en contacto con ellos y entre eso, mi fe, el buen trabajo suyo y el del entrenador formamos un equipo, y entonces me sentía más preparada, con un equipo más sólido, más protegida, y es como que empiezo de cero. Y yo: “¿Cuántos meses necesito?”. Era demostrármelo a mí, porque llevaba muchos meses sin vivir lo que es el éxito. Una vez que lo vives quieres volver a saborearlo. El tenis me encanta, pero no tanto cuando estoy la 80 del mundo, la 120; me encanta estar 20, 5, jugar semifinales, vivir esos momentos. Y yo me muevo por objetivos y preguntaba que cuánto tiempo necesito para eso. Y ellos: "Necesitamos un tiempo, y va a llegar". Y con estabilidad y haciendo las cosas bien los resultados han llegado antes de lo esperado”.