El Senado francés rechaza la prohibición de menores en las corridas

El Senado de Francia ha rechazado ayer con un 75% de los votos una propuesta que buscaba prohibir la entrada de menores de 16 años a los espectáculos taurinos en el país. La medida, impulsada por el grupo RDPI y respaldada por sectores antitaurinos, ya había sido desestimada previamente por la Comisión de leyes, y en esta ocasión el Senado la ha descartado definitivamente, defendiendo la cultura taurina como parte del patrimonio francés y el derecho de los padres a decidir sobre la educación cultural de sus hijos.

El debate en el Senado contó con las intervenciones de la Unión de Villas Taurinas de Francia, que expuso argumentos en contra de la medida, subrayando que la restricción de acceso para menores no tenía una base científica en cuanto a potenciales traumatismos psicológicos. Según el Senado, más que proteger a los menores, la prohibición supondría una sanción directa a los organizadores de corridas, toreros y familias, al tiempo que atentaría contra el derecho de las familias a transmitir libremente su herencia cultural.

Otro punto crucial en el rechazo fue la consideración de la autonomía de los gobiernos locales. Los senadores defendieron que los alcaldes poseen la facultad de regular las actividades taurinas en sus respectivas localidades y que una restricción impuesta desde el Senado iría en contra de este derecho a la diferenciación cultural, reconocido para cada colectividad. Este enfoque refuerza la capacidad de los alcaldes para decidir sobre la celebración de espectáculos taurinos en sus municipios en función de la identidad y las tradiciones locales.

Además de respaldar el derecho de los padres a incluir la cultura taurina en la educación de sus hijos, el Senado destacó que, en el contexto de Francia, las corridas representan un componente de la diversidad cultural del país y un símbolo de su libertad regional. Los senadores subrayaron que estas prácticas, profundamente arraigadas en el sur del país, deben ser respetadas y preservadas en beneficio de la pluralidad cultural de Francia.

Este resultado refuerza el estatuto de las corridas en Francia y se interpreta como un paso importante hacia una protección legislativa más sólida para la tauromaquia en el país. La votación, apoyada por una clara mayoría, ha sido considerada una victoria para el sector taurino y las colectividades que luchan por preservar estas tradiciones, consolidando la autonomía cultural y la libertad de las familias y autoridades locales en el debate taurino francés.