La mejor Constitución que hayan podido recibir los seres humanos
No, no fue un político, ni un eminente sabio, ni un legislador como Solón, u otros sabios legisladores, fue solamente un humilde carpintero de Nazaret que, al cumplir los treinta años, esa es la creencia general, abandonó el taller en que trabajaba, heredado de su padre José, y se dedicó a recorrer los caminos de Israel, predicando una doctrina desconocida hasta entonces y actuando como si fuese un profeta.