Acusan a ronderos de secuestrar y torturar a funcionarios del gobierno de La Libertad: 5 fueron identificados
Un grupo de ronderos en La Libertad ha sido acusado de secuestrar y torturar a un poblador y a funcionarios del gobierno regional. El incidente, que ha generado gran preocupación, ocurrió en la provincia de Santiago de Chuco el pasado 12 de noviembre.
Según informes policiales, alrededor de 40 ronderos del distrito de Cachicadan irrumpieron en la propiedad de Walter Dávila López, portando armas y chicotes. La víctima relató que fue secuestrada durante varias horas y agredido físicamente, mientras que funcionarios del gobierno regional realizaban una inspección en el terreno.
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Las autoridades locales han comenzado a investigar el caso, y el presidente de las rondas campesinas ha prometido sanciones si se confirma la culpabilidad de los ronderos involucrados.
Ronderos habrían obligado a hombre a que firme un documento
El ataque se produjo cuando los ronderos llegaron en camionetas a la casa de Walter Davila, con la intención de forzarlo a firmar un documento de cesión de terreno. La esposa de la víctima, María Silva, narró cómo los ronderos golpearon a su esposo y a los funcionarios presentes, cuestionando su presencia en la comunidad.
Víctimas identifican a los responsables del presunto secuestro
Las víctimas han logrado identificar a varios de los ronderos implicados en el ataque, entre ellos Margarita Carranza Flores, Walter Alberto Quesada Ascate, César Abraham Carvajal Gómez, Victoria Fernández Gamboa y Melva Alicia Vera Agreda. Esta identificación es importante para el avance de la investigación y la posible sanción de los responsables.
Roger Sandoval, presidente regional de las rondas campesinas, ha manifestado su compromiso de investigar el caso. Aseguró que si se comprueban las agresiones, los ronderos deberán enfrentar las consecuencias de sus actos. "El hecho de que seamos ronderos no significa que estemos exentos de responder por nuestros actos", afirmó Sandoval, enfatizando la importancia de la responsabilidad en la comunidad.
La situación ha generado un debate sobre el papel de las rondas campesinas en la región y la necesidad de garantizar la seguridad y el respeto a los derechos de todos los ciudadanos.