El Palacio de Deportes Martín Carpena de Málaga se venía abajo este martes por la noche cuando Rafa Nadal se despedía para siempre del tenis tras disputar su último partido en la Copa Davis. El de Manacor anunció que dejaba el deporte profesional el pasado 10 de octubre y, después de esta derrota junto al conjunto español, colgaba definitivamente la raqueta . Una vez finalizados los tres partidos del equipo, Nadal ha ocupado el centro de la pista para despedirse de la afición que lo ha seguido y apoyado durante su carrera con un emotivo discurso . El tenista balear ha dedicado unas tiernas palabras a su familia, su equipo, sus amigos, sus patrocinadores, el mundo del tenis, sus seguidores e incluso a los medios de comunicación. «Sinceramente, han sido 20 años de carrera profesional en los que me habéis llevado en volandas siempre. En los momentos buenos me ayudabais a ganar el siguiente punto y en los malos me empujabais a seguir peleando (...) Me he sentido un 'supersuperafotunado' por recibir tanto tanto cariño en todo el mundo y especialmente aquí en España», ha comenzado Nadal, con dificultades para hacerse oír por encima de los gritos del público. Asimismo, ha agradecido al combinado español de Copa Davis la oportunidad de disputar un nuevo partido y haber podido experimentar la «ilusión» de jugar de nuevo: « Me habría encantado poder ayudar más de lo que he hecho . He dado lo que tenía. Quiero agradecer la oportunidad de estar, de pasar estos últimos días como profesional en equipo». En este sentido, se ha dirigido a sus compañeros de equipo, actuales y pasados, con los que ha dicho haber vivido «los momentos más emocionantes» de su carrera. «Ha sido un increíble privilegio y honor. Lo hemos disfrutado, hemos conseguido muchas cosas bonitas juntos. Ahora os toca a vosotros, que estoy seguro de que así será ». «La verdad es que uno nunca quiere llegar a este momento. Yo no estoy cansado de jugar a tenis, pero ha llegado a un momento en que el cuerpo no quiere jugar más a tenis . Hay que aceptar la situación», ha reconocido, antes de admitir que se sentía un «superprivilegiado», con una carrera «mucho más larga» de lo que se habría imaginado. En esta línea, ha dado las gracias a su familia, a su equipo y a sus amigos, a los que ha calificado como «una parte inolvidable todos estos años». «He intentado esforzarme cada día para ser mejor, cumplir objetivos, desde el respeto, la humildad, valorar las cosas buenas que me han ido pasando. He intenado ser buena persona y espero que así lo hayáis percibido », ha dicho. «Me voy con la tranquilidad de que, de alguna manera, he dejado un legado no solo deportivo, también personal . Quiero pensar que el cariño que recibo, si fuera solo por lo que hago dentro de la pista, no sería el mismo», ha dicho poco antes de finalizar su intervención. Sus últimas palabras han sido para su familia, en la que se apoya para encarar esta nueva etapa. «Han estado conmigo en los momentos en que las cosas parecían imposibles, me han mantenido con los pies en el suelo», ha recalcado, antes de agradecer la educación recibida para encarar esta nueva vida con «la tranquilidad y la satisfacción» de haber hecho todo lo que ha podido «hasta el final» .