En una época en la que vivir expuestos ha pasado a formar parte de la cotidianidad y en la que la tecnología ha tomado el control de nuestras vidas casi por completo, no es de extrañar que terminemos normalizando la sensación de estar viviendo como en una caja de cristal : una prisión transparente en la que cada movimiento puede ser juzgado. Las redes sociales, un arma de doble filo, tan adictivas como despiadadas, nos exhiben ante un público desconocido y, en ocasiones, feroz. Con cada 'like', una 'jauría' de opiniones rápidas está lista para atacar o celebrar sin contexto alguno. En este espacio, donde la intimidad pasa a un segundo plano, hay quienes encuentran en la música un refugio , una puerta de escape hacia la autenticidad. Este es el caso de Dani Fernández , cantautor y voz de toda una generación, que después de años de trayectoria y éxitos, ha lanzado 'La Jauría' , un disco que representa su transformación personal y profesional, con el que se ve inmerso en una nueva gira por toda España. Con cuatro 'sold outs', dos de ellos en el Wizink Center, llega a Sevilla este sábado para empezar el tour por todo lo alto en el Cartuja Center y hablar con este periódico sobre esa fragilidad a la que nos somete la sobreexposición y cómo la música ha sido para él la herramienta perfecta para romper su propia caja de cristal. Agradecido siempre por sus comienzos, Dani Fernández aún recuerda cómo con tan solo 18 a ños se convirtió en ídolo adolescente con su entrada en la 'boyband' Auryn . En 2016 el grupo se separó y Dani comenzó a labrar su identidad como artista. «Me siento más libre ahora y creo que tengo más claro lo que quiero . Al venir de un grupo donde tenían que converger tantas opiniones, era difícil tener una voz propia. Ahora soy dueño de lo que hago , y aunque tengo un gran equipo que me ayuda, la última decisión es mía, para bien o para mal», explica el artista. Dani es un músico que ha aprendido a cantar desde sus sombras, pero también desde la luz que encuentra en ellas. El camino hasta llegar a este momento no ha sido fácil, y aunque reconoce que el público y la prensa suelen ser bastante agradables con él, es cierto que por su trabajo experimenta esa sobreexposición en redes sociales , que hace que de vez en cuando se pare a reflexionar. «A veces te encuentras con comentarios injustos que no entiendes de dónde salen. Intento relativizar cada día más las redes, utilizarlas para dar a conocer mi trabajo y estar cerca de la gente que de verdad te quiere bien, y al resto no darle importancia, aunque a veces es inevitable», confiesa. Por eso, la llegada de 'La Jauría' no ha sido casualidad , desde que era niño Dani tenía claro que lo suyo era la música, y admite que jamás tuvo un plan B, por eso r endirse nunca ha sido una opción para él... a pesar de que el proceso de creación de este disco fuese más complicado de lo habitual. «La creación siempre está repleta de fantasmas que nos creamos nosotros mismos, y de repente, me vi demasiado preocupado por cómo iba a acoger la gente las canciones en vez de pensar en crear la música que me nacía», explica. De ahí nació el concepto del disco: al fin y al cabo todos estamos expuestos a esa 'jauría' que es la opinión externa de la gente. 'Pasional, hiperactivo y familiar', Dani Fernández nunca ha dejado de buscar la versatilidad en su música, pero hoy se puede decir que es un artista mucho más seguro y sin miedo a explorar distintos estilos. Inspirado por una amplia gama de artistas, desde Alejandro Sanz hasta Robe Iniesta, el músico no cree en etiquetas rígidas. «Cada día creo menos que somos 'una cosa u otra', afortunadamente somos muchas cosas y eso es lo bonito», expresa. 'La Jauría' es una prueba de esa libertad creativa, un álbum que va de lo íntimo a lo explosivo, sin perder la esencia sincera de Dani. Y precisamente es esa libertad la que también aplica a la hora de hacer su propia música. El artista reconoce que no se siente cómodo con los nuevos formatos de la industria musical para vender, como por ejemplo, la producción de canciones para agradar al algoritmo de TikTok , pero deja muy claro que cada uno tiene que hacer lo que le motive y le llene. «Esa no es mi forma de hacer música pero la respeto», destaca. Son esas ganas de crear desde la mezcla y lo experimental las que le han llevado a trabajar mano a mano con Paco Salazar y Yarea Guillén, para formar el caldo de cultivo perfecto y conseguir que en este disco haya espacio para todo: desde temas para saltar como 'Me has invitado a bailar' o 'Criminal' a canciones para escuchar en la intimidad y emocionarse que nos llevan hasta 'Inertes' o 'La trama principal' , una de sus favoritas. Sin ir más lejos, las dos colaboraciones que encontramos en 'La Jauría', son con artistas que, además de admirar, Dani considera amigos: Iván Ferreiro y Valeria Castro . El artista concibe estas fusiones, no sólo como formas de enriquecer el disco, sino de consolidar el vínculo emocional que busca en cada canción. Iván es, en palabras del manchego, «un genio y una leyenda viva del pop», mientras que de Valeria destaca su «sensibilidad, bondad y creatividad». La capacidad que tiene para seguir soñando y mantener los pies en la tierra al mismo tiempo es una de las mayores virtudes del artista. Por eso, nos confiesa que aunque una de sus colaboraciones soñadas vendría de la mano del grupo 'The 1975', prefiere apostar, de momento, por los proyectos tangibles , que no son pocos. «Me estoy planteando hacer una visita a Latinoamérica para empezar a abrirme puertas al otro lado del charco», revela. El trabajo no le falta, y lo normal sería estar en una nube constantemente, sin embargo, él sigue teniendo claras sus prioridades. Ser padre le ha dado a Dani una nueva perspectiva sobre la vida y la música . «Con la llegada de mi hija, siento una responsabilidad nueva. Creo que me preocupa mucho más todo, desde el día a día a qué mundo le va a quedar a Belice. Antes pensaba mucho más a corto plazo», dice. Aunque salir de gira implica dejar a su familia atrás, Dani tiene claro que su pasión por la música siempre irá de la mano de sus raíces, su familia y sus amigos de toda la vida, que son su verdadero ancla. «Que alguien hoy en día compre una entrada y apueste por tu música ya es algo que merece la pena», recuerda. Con la gira 'Esto es una Jauría' en marcha, Dani se prepara para compartir sus canciones más personales con un público que lo ha acompañado desde sus días en Auryn. A Sevilla, una ciudad que siempre lo recibe con los brazos abiertos, llegará con un show diseñado para hacer saltar y emocionar a sus seguidores. «Vamos a poner toda la carne en el asador . El hecho de que ya podamos tocar «La Jauría» al completo hace que vayamos a tener un setlist muy dinámico, y que vaya a haber poco tiempo para respirar… ¡Que la gente venga preparada para saltar!» , advierte. En mayo, regresará como cabeza de cartel al festival Interestelar, un logro que simboliza su crecimiento y la consolidación de su carrera como solista. Cuando le preguntamos por el futuro, Dani lo tiene claro: se ve sobre el escenario, haciendo el saludo con su banda antes de salir a cantar, abrazando fuerte a su equipo y besando el anillo de su abuelo, que ya no está, pero que siempre le acompaña. En definitiva, viviendo de la música y compartiendo su pasión con sus seguidores. Hasta ahora ha logrado lo que deseaba sin dejarse atrapar por expectativas irreales, y su objetivo es tener una carrera larga y estable. Espera que con este disco sus fans se lleven un mensaje de fuerza, invitándolos a romper las barreras que ellos mismos se imponen, como él lo hizo en su momento. «Cada uno tiene sus tiempos y saldrán de esa caja de cristal cuando se sientan preparados. Pero es importante que tengamos claro que hay que hacer las cosas por uno mismo: si no te gusta a ti, es complicado que guste a los demás». Y así, entre acordes y palabras sinceras, Dani Fernández nos recuerda que aunque vivamos rodeados de pantallas y juicios efímeros siempre hay espacio para la autenticidad . ¿Quién sabe?, puede que 'La Jauría' nos de el poder para romper esa prisión transparente y reconectar con lo que realmente importa: nuestra humanidad, lejos de filtros y 'likes' .