Menos de 24 horas le duró la «alegría» al sector hostelero de Alicante cuando la portavoz del gobierno local, Cristina Cutanda, aseguró que estaba «plenamente convencida» de que la temporada de verano debía extenderse hasta el 15 de octubre. A la mañana siguiente, el ejecutivo que dirige Luis Barcala daba marcha atrás y se reafirmaba en su pacto con Compromís, que implicaba reducir el horario de los veladores en toda la ciudad y mantener el fin del periodo estival un mes antes. Una decisión que los empresarios ni comparten ni comprenden.