No lo esconden, pero tampoco lo exhiben. El BNG acostumbra a suavizar sus postulados en sus discursos en busca de una hegemonía social que todavía le queda muy lejos. Sin embargo, su idiosincrasia se recoge de forma bien nítida en sus escritos: su hoja de ruta pasa por el concierto económico y la autodeterminación como paradas previas hasta llegar a «materializar la república da Galiza». Así consta en el informe político y de gestión del Consello Nacional del Bloque y en el relatorio sobre los que la formación que lidera Ana Pontón trabaja de cara a su XVIII Asamblea Nacional, que se celebrará el próximo 1 de diciembre en Santiago de Compostela. Un detalle, tal vez menor, ilustra el carácter...
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