Y Alonso se hartó en Las Vegas
Las Vegas es un lugar único, pero para Fernando Alonso en la ciudad situada en pleno desierto de Nevada el rendimiento de su monoplaza está siendo el mismo que en las últimas carreras: un desastre. La décima séptima posición en la que acabó la clasificación era "esperada porque llevamos cuatro o cinco carreras siendo el noveno o el último equipo de la parrilla", aseguró. "Hemos sido lentos todo el fin de semana. Ser el 17 y el 20 era lo que esperábamos y, además, en el último intento hubo un par de incidentes por delante en los que sacaron bandera amarilla", comentó en Dazn.
El bicampeón del mundo dijo que de haber pasado a la Q2, "hubiera quedado el 14 o el 15" y pronosticó todavía "una carrera complicada, como en Qatar y en Abu Dabi". "Había poco 'grip' y los demás están tanteando. Así como el año pasado arriesgábamos en la Q3, ahora la Q1 es nuestra pole, porque los demás están todavía de paseo", apuntó visiblemente resignado el asturiano.
Sainz fue segundo con su Ferrari y es optimista para la carrera. "Hay que mantener la confianza porque podemos luchar incluso más arriba. Hay una grandísima oportunidad", afirmó el madrileño. "La estrategia será importante, porque en Mercedes han sido muy rápidos en activar neumáticos, pero mañana es una hoja en blanco y a ver cómo vamos todos con mucho combustible", señaló al término de la sesión.
Sainz explicó que la necesidad de sumar puntos para el Mundial de constructores no le cambia el enfoque para la carrera: "Necesitamos victorias para batir a McLaren, porque Qatar no será un buen circuito para nosotros por lo que tenemos que ganar, ese es el objetivo".
El que puede ser el gran triunfador del fin de semana es el neerlandés Max Verstappen (Red Bull), que acabó quinto la clasificación y que puede levantar su cuarto título mundial. "El coche ha sido muy difícil de conducir y creo que está relacionado con los neumáticos, que es muy difícil que funcionen a una vuelta", comentó. "Eso nos lo pone todo difícil y he intentado maximizar aun así", comentó el triple campeón del mundo, que si mantuviera este resultado se coronaría como tetracampeón mundial.
Para el británico Lando Norris (McLaren) el campeonato está poco menos que acabado. Tras acabar una posición por detrás del líder de Red Bull, Norris subrayó que es "extremadamente difícil adelantar" en el circuito americano y que, además, la degradación es "muy complicada de gestionar". "Somos el coche que más maltrata sus neumáticos y a lo mejor nos salvarán un poco más los duros", comentó el inglés. "Creo que es el equilibrio general del coche lo que falla. En esas curvas lentas nunca hemos sido fuertes y tenemos que encontrar el equilibrio, porque el cómo tenemos que conducir no se adecua a la forma de conducir el coche. Si haces una vuelta genial estás a la altura, pero es casi imposible hacerla", concluyó Norris.
La "pole" fue para otro británico, George Russell. El de Mercedes aseguró que "para nada" se esperaba el jueves poder salir desde la primera posición. "Tenemos que analizar por qué hemos sido tan rápidos", apuntó tras superar en 98 milésimas a Sainz.