Rondaba agosto de 2013. El caso Bárcenas llevaba meses siendo un escándalo político. En enero se habían filtrado los famosos 'papeles' del extesorero con la supuesta contabilidad B del PP, y en julio aquel 'sms' que Mariano Rajoy nunca debió enviar: «Luis, sé fuerte». Los populares gobernaban el país con mayoría absoluta y todos los demás partidos les daban envalentonadas lecciones de ética cada día. Entre ellos el PNV, que ya tenía a Andoni Ortuzar de presidente. De hecho, el mandamás peneuvista se había puesto al mando más o menos cuando el caso Bárcenas aterrizó en política, por lo que la línea de su partido en este escándalo fue la que él marcó. Del mismo momento es su portavoz en...
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