El economista jefe del BCE apunta a más bajadas de los tipos de interés: "De lo contrario, la economía no crecerá lo suficiente"
El nivel de los tipos de interés de la zona euro debería dejar de ser restrictivo en no demasiado tiempo para evitar ahogar el crecimiento de la economía y que esto arrastre a la inflación por debajo del objetivo del Banco Central Europeo (BCE), según ha indicado el economista jefe de la institución, el irlandés Philip Lane, en una entrevista con el diario francés “Les Echos”.
Lane avisa de que, si bien la entidad no se compromete de antemano a adoptar una velocidad particular de ajuste, habrá que reducir los tipos con el tiempo. "De lo contrario, la economía no crecerá lo suficiente y la inflación, creo, caerá por debajo del objetivo", ha advertido.
A este respecto, Lane reconoce que la inflación está cerca del objetivo, aunque considera que esto refleja una caída de los precios de la energía y un alto nivel de inflación en los servicios, mientras que confía en que en 2025 se vea un "reequilibrio", con una disminución de la inflación de los servicios que permita alcanzar el objetivo, incluso si hay cierta presión al alza de la energía, los alimentos y los bienes.
Todavía hay un largo camino por recorrer en el ajuste para que este nivel sea más sostenible, apunta el economista irlandés, para quien, más allá de los nuevos riesgos derivados de la geopolítica o de las decisiones en otros lugares, gran parte del tramo final para llevar la inflación de nuevo al objetivo del 2% de forma sostenible "podría efectivamente cubrirse el año que viene", por lo que "ya no será necesaria una política restrictiva", afirma.
La campaña proteccionista de Trump
Entre las cuestiones que suponen una mayor incertidumbre, el ejecutivo del BCE reconoce la necesidad de examinar cómo evolucionará la situación bajo la futura administración estadounidense de Donald Trump, quien anunció un programa proteccionista mientras estaba en campaña.
En este sentido, y a falta de conocer las decisiones de la futura presidencia de EE.UU., Lane advierte de que el efecto neto del proteccionismo sobre la economía mundial "es claramente negativo", aunque defiende que la eurozona, una economía de tamaño continental, no comercia exclusivamente con EE.UU.
De este modo, si la economía mundial es más proteccionista, afectará a la tasa de crecimiento de la economía europea y probablemente reducirá las presiones inflacionarias, mientras que, por el contrario, si hay mucho proteccionismo, los precios de las importaciones pueden ser más altos.
"Tendremos que lograr un equilibrio en nuestra evaluación entre la presión externa sobre la inflación (que puede ser más fuerte desde Estados Unidos pero más débil desde China) y posiblemente una menor presión interna sobre la inflación", resume.