En pleno auge de la IA, se dispara la brecha digital entre los argentinos
En un mundo globalizado y donde la educación es sinónimo de competitividad, la tecnología juega un rol determinante.
Un reciente informe de la Fundación País Abierto y Digital (PAD), que preside el ex ministro de Modernización, Andrés Ibarra, toma como punto de partida la brecha digital en la Argentina. Es decir, como brecha digital se refiere a la desigual condición de las personas en sus posibilidades de acceder a ese mundo gobernado por algoritmos que se desenvuelve dentro de internet.
Del informe se desprende que el 7,1% de la población total del país vive en viviendas que no tienen acceso a internet de ningún tipo. Este porcentaje es del orden del 17% en algunas provincias. El 14,7% del total de la población sólo tiene acceso a internet móvil en su casa (3G o 4G). Sin embargo, hay provincias en las cuales esta condición alcanza al 30% de su población. En consecuencia, el 21,7% (7,1% + 14,7%) Como se desprende de estos indicadores, la situación no es buena y falta mucho por hacer. Es por ello que, los gobiernos, en sus diferentes niveles: nacional, subnacional y local, que administran diferentes resortes regulatorios y de política pública para promover una internet ampliamente disponible, deberían actuar de manera coordinada y complementaria con los actores del sector privado, para poder llegar a todos los hogares y personas. Esto se agrava cuando se analiza por provincia, cuyo caso más extremo es: Santiago del Estero (52,6%).
Si bien, el 78,3% de los habitantes de la Argentina declaran disponer de algún tipo de conexión de Internet fijo, existe una gran dispersión de velocidades de bajada entre provincias: 218mb/s(CABA) y 16mb/s (Santa Cruz). Así mismo, hay provincias en las cuales el 60% de su población no dispone de computadora o tablet en su hogar.
Por otro lado, sólo el 53,3% de la población total de nuestro país dispone en su hogar de internet fijo y móvil y cuenta con equipamiento informático en su vivienda, condición básica para poder acceder íntegramente a las ventajas de internet.
En épocas donde la inteligencia artificial todavía no se sabe hasta dónde puede llegar, la "dispersión" tecnológica no tiene que ser un dato menor. Si bien todos los niños son nativos digitales, lo que acerca a simple vista el acceso a una educación más igualitaria, la brecha digital se ocupa de seguir manteniendo distancia. Es decir, la diferencia entre ricos y pobres del presente y sobre todo del futuro, también hay que explicarla a partir del acceso a la digitalización.