Hay que buscar los mejores abogados en EU
Una probadita del impacto que los aranceles propuestos por Trump tendrían sobre la economía de Estados Unidos se apreció en el comportamiento de las acciones de las empresas automotrices en la bolsa de valores en EU.
El caso más notorio fue el de la empresa automotriz más grande de la Unión Americana, General Motors, cuyas acciones descendieron en casi 9 por ciento el martes. Ayer tuvieron una leve recuperación, pero el impacto en el valor de capitalización de la firma fue del orden de 6 mil millones de pérdida.
En menor grado, pero también vieron deterioros en sus valores Stellantis y Ford, que junto con GM forman las tres grandes de Detroit.
Mary Barra, la CEO de General Motors, señaló hace algunas semanas que, a su juicio, la guerra comercial era un camino hacia el abismo.
Y apenas el 15 de octubre, Suzanne Clark, presidenta y CEO de la que se ostenta como la mayor organización empresarial del mundo, la US Chamber, se sentó junto a la presidenta Sheinbaum, en el ánimo de buscar oportunidades de inversión para Estados Unidos en México.
Ayer, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, presentó en la conferencia mañanera un análisis que señala el impacto que tendrían los aranceles en los precios de las Pick Up de las tres armadoras, con un aumento promedio de 3 mil dólares por unidad.
Otros análisis señalan que, además del impacto en precios, no sería remoto que el conjunto de la economía de Estados Unidos entrara en recesión en caso de una guerra comercial.
Claro, tampoco podemos dejar de señalar que a México le iría aún peor.
Esta evaluación y el hecho de que el anuncio de Trump se haya dado a 1 mes y 23 días de que ocurra su toma de posesión, hacen pensar a Ebrard, que el anuncio de Trump es una invitación a dialogar y negociar… así haya sido planteado al ‘estilo Trump’.
Como ayer le comentamos, en el estilo negociador de Trump, algo relevante es infundir temor a la contraparte.
El argumento esgrimido por Ebrard ayer, que ya aparecía en la carta de Sheinbaum, es clave: conseguir que sean las propias empresas norteamericanas las que se conviertan en abogados de México.
Sin embargo, Trump no va a echarse para atrás y decir: “me equivoqué, siempre no vamos a imponer los aranceles”.
Por lo pronto, ya se dio un primer paso a partir de la conversación telefónica que ayer sostuvo la presidenta Sheinbaum con Trump, estableciendo puentes de entendimiento.
Como todas las conversaciones que sostiene Trump, va a ser necesario que haya una adecuada traducción de los significados, pues su interpretación es que la presidenta Sheinbaum se comprometió a detener el tránsito de migrantes desde la frontera sur del país.
La presidenta Sheinbaum lo que dijo es lo siguiente: “Abordamos la estrategia mexicana sobre el fenómeno de la migración y compartí que no están llegando caravanas a la frontera norte porque son atendidas en México”.
Es obvio que Trump no va a ser convencido con una llamada y que él va a usar lo dicho en esa llamada para interpretarlo a su gusto.
Reitero que es muy positivo que se haya entablado esa conversación, pero también hay que reconocer que el conflicto sigue abierto.
Por eso es de enorme relevancia tener los mejores abogados en EU.
Y con ello no me refiero a las asesorías legales, sino sobre todo a las organizaciones, empresas y funcionarios que son poderes fácticos en Estados Unidos.
Tener a Trump contra las cuerdas a propósito de lo que le advierten, directa o indirectamente, los líderes de múltiples empresas, muchas de las cuales incluso lo respaldaron en su campaña, es una de las vías para asegurar tener los mejores resultados de esta muy compleja relación.