“Jordi coge cinco fans al azar de la grada y gana” o “Jordi haría milagros conmigo” iban soltando algunos aficionados en las redes. O “he tenido que buscar información sobre tal jugador”. Bromas que rezan verdades como puños, que subrayan el triunfal modo de vida de
Jordi Fernández y sus
Brooklyn Nets, una agradable molestia para la NBA. Sobre el papel un equipo que tenía que deambular por las catacumbas del Este -y más en este momento con la plaga de bajas que le arrasa-, el modesto conjunto neyorquino va por ahí coleccionando victorias en casa de los gigantes, anoche ante los
Phoenix Suns del trío Durant -Booker - Beal (117-127) y con claridad tras hacerlo frente a los Warriors de
Stephen Curry y los Kings del tridente Sabonis -Fox - DeRozan.
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