Tras varios días de debate, Australia ha aprobado este jueves una ley que prohíbe el uso de las redes sociales a los menores de 16 años , estableciendo así una norma que puede servir como modelo base para otros países en un esfuerzo mundial por reducir la adicción a la tecnología y los peligros que suscita en los menores. La ley, que se espera que entre en vigor dentro de un año —en noviembre de 2025—, establece algunos de los controles más estrictos del mundo para las redes sociales y obligará a las plataformas a tomar medidas para garantizar la protección de la verificación de la edad . Para ello, Autralia tiene previsto poner a prueba un sistema de verificación de edad que puede incluir datos biométricos o identificación gubernamental. El ensayo durará varios meses y sus resultados se revisarán a mediados de 2025. La norma parte con el límite de edad más alto establecido por cualquier país (de hecho, en España el Ministerio de Juventud e Infancia plantea reducirlo a los 14 años ), y no tendría en cuenta el consentimiento de los padres ni tampoco dejaría activas las cuentas que ya se han creado los menores antes de que entrara en vigor la ley. «Se trata de una reforma histórica. Sabemos que algunos niños encontrarán alguna forma para saltárselo , pero estamos enviando un mensaje a las empresas de redes sociales para que hagan las cosas bien», ha declarado el primer ministro Anthony Albanese en un comunicado, tras la sesión parlamentaria que se prolongó hasta altas horas de la noche. En un principio, esta ley afectará a Instagram, Facebook, TikTok , X y Snapchat, y dejará fuera a redes de mensajería como Whatsapp , y en palabras de Albanese, a los videojuegos en línea (que tienen su propio límite establecido) así como a servicios relacionado con apps o redes para la salud o la educación. Cuando Australia aprobó el proyecto de ley hace dos semanas, Albanese también aclaró que redes como Google Classroom o YouTube se quedarán fuera del veto, «por su labor enriquecedora que suma más que sus peligros». Sin embargo, el gobierno australiano mantiene una posición muy contraria a las redes sociales. Albanese ha argumentado en varias ocasiones que el uso excesivo de las redes sociales supone un riesgo para la salud física y mental de los niños , en particular para las niñas, por las representaciones nocivas de la imagen corporal y los contenidos misóginos dirigidos a los niños. Según la ley, las empresas podrían ser multadas con hasta 49,5 millones de dólares australianos ( 32 millones de dólares estadounidenses ) en caso de incumplir la norma y permitir que menores accedan a sus redes sociales. En sus alegaciones ante el Parlamento, Google y Meta afirmaron que la prohibición debería aplazarse, como mínimo, hasta que finalice la prueba del sistema de verificación de la edad, prevista para mediados de 2025. Por su parte, TikTok dijo que el proyecto de ley necesitaba más consultas, mientras que X, de Elon Musk , argumentó que la ley propuesta podría perjudicar los derechos humanos de los niños. Una comisión del Senado respaldó el proyecto de ley esta semana, pero también incluyó la condición de que las plataformas de redes sociales no obliguen a los usuarios a presentar datos personales como el pasaporte y otros documentos de identificación digital para demostrar su edad. Varios países ya se han comprometido a frenar el uso de las redes sociales por parte de los niños mediante la legislación, pero ninguno con un nivel tan estricto como el de Australia. Por ejemplo, Francia propuso el año pasado prohibir el uso de las redes sociales a los menores de 15 años, pero los usuarios podían evitar la prohibición si contaban con el consentimiento de sus padres. Por su parte, Estados Unidos lleva décadas exigiendo a las empresas tecnológicas que pidan el consentimiento paterno para acceder a los datos de menores de 13 años.