Una gala muy emotiva, con orgullo y toques de humor

Durante más de dos horas y media, el Gran Teatre del Liceu se convirtió en un pequeño Camp Nou. Con más de 2000 invitados, la presencia de todos los presidentes vivos de la entidad (Laporta, Gaspart, Reyna, Rosell y Bartomeu), las plantillas de las secciones profesionales, a excepción del femenino, que solo tuvo una representación porque muchas de las futbolistas están concentradas con su selección, el Liceu se convirtió en un escenario completamente teñido de azulgrana. Desde su fachada, iluminada para la ocasión, hasta el patio de butacas, donde también estuvieron leyendas de otras épocas, como Koeman -el héroe de la primera Copa de Europa-, Belletti -el héroe de la segunda Champions en París-, Xavi y Piqué,  integrantes del Barça del sextete... Hubo ausencias notables, como las de Leo Messi, Iniesta, Puyol, Guardiola, Luis Enrique... que se en su caso se subsanaron con un mensaje grabado, a excepción de Pep, que inexplicablemente únicamente cantó con playback una canción del grupo Manel, el mismo que le pidió a él durante un concierto en el Palau de la Música en 2010 cantando que renovara.

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