Caravana de migrantes intenta llegar a Estados Unidos antes de que Trump asuma el poder
Tapachula. Una nueva caravana de migrantes partió este lunes del sur de México hacia Estados Unidos con la esperanza de llegar al país del norte previo a que el republicano Donald Trump asuma la presidencia.
La columna avanzó por la región mexicana de Tapachula, en Chiapas, fronteriza con Guatemala, poco antes del amanecer para enfilarse a la carretera, constató la AFP.
“Hay que apresurar el paso, no sabemos qué medidas vaya a tomar” Trump, dijo a esta agencia el venezolano Alexander Altuve, de 38 años.
El neoyorquino, ganador de la presidencia del 5 de noviembre, prevé declarar el estado de emergencia en Estados Unidos y recurrir al ejército para llevar a cabo “la mayor operación de deportación” cuando asuma el 20 de enero próximo.
La caravana, que es la tercera desde las elecciones en EE. UU., está integrada principalmente por venezolanos, la mayoría jóvenes, además de familias con niños pequeños.
“Hemos decidido caminar porque en nuestro país la situación está muy, muy crítica (...) Decidimos hacer esta caminata para buscar un futuro mejor”, comentó José Luis Fernández, un cubano de 35 años.
El magnate, de 78 años, califica de “invasión” la entrada de migrantes sin visa y amenaza con aplicar aranceles de 25% a las importaciones mexicanas si el gobierno azteca no contiene el arribo de extranjeros sin papeles.
La presidenta mexicana Claudia Sheinbaum conversó telefónicamente con Trump el pasado miércoles para exponerle la estrategia de su nación para atender el fenómeno migratorio y el combate a las drogas.
Durante la llamada, la mandataria comentó al gobernante electo que las caravanas ya no llegan a la frontera gracias a la acción de las autoridades mexicanas.
Los migrantes organizan habitualmente estas movilizaciones para presionar la entrega de salvoconductos que les permiten luego avanzar por cuenta propia en territorio mexicano, sin temor a ser deportados.
Aunque Trump y Sheinbaum se declararon satisfechos con la conversación, surgieron diferencias, pues mientras el estadounidense aseguró que México cerraría su frontera, la mandataria negó haber hecho tal compromiso.
México es el principal socio comercial de Estados Unidos, adonde envía poco más de 80% de sus exportaciones.
Ante el endurecimiento de las políticas migratorias, las amenazas del republicano y los riesgos de cruzar clandestinamente, los migrantes buscan ingresar a suelo estadounidense mediante una cita con la aplicación CBP One, que permite pedir el asilo formalmente.
Los encuentros con migrantes indocumentados en la frontera bajaron de 250.000 en diciembre a casi 54.000 en setiembre pasado, según cifras oficiales estadounidenses.