Movistar+ ha estrenado ‘Carolina Marín: la lucha infinita’, un documental que, en los primeros segundos, condensa todo lo que veremos a continuación. Un arranque que es casi una advertencia: empieza con unos planos del momento en que maquillan y peinan a la triple campeona del mundo antes de recoger el premio Princesa de Asturias. Es un recurso visual cada vez más habitual (hasta demasiado), sobre todo en los documentales deportivos de grandes estrellas femeninas del deporte. En el relato audiovisual, cuando se muestra a alguien siendo atendido por varias personas que se preocupan por su aspecto físico hasta el más mínimo detalle, se lee como la prueba del triunfo, del encumbramiento máximo. Pero de repente el contexto cambia. En esta atmósfera de elevada perfección, nos muestran la reciente cicatriz de la rodilla de Carolina como algo disruptivo. Y continuación, se alterna con las imágenes trágicas de su lesión en los Juegos de París. Y aquí es donde el documental parece avisarnos de que no vamos a ver lo que creemos.