El Barça llegaba a Mallorca con urgencias históricas, lo que es mucho decir en un equipo tan joven como el de Flick. La primera crisis del Barça ha afectado poco a una afición tan propicia a vivir en el drama. Es cierto que en la ruta de la derrota no se puede construir ningún futuro pero es todavía más verdad que el famoso «entorno» al que apelaba Cruyff había decidido hasta Son Moix hacer ver que no veía y dar carta de normalidad a que de los últimos nueve puntos ligueros sólo se hubiera ganado uno. El barcelonismo mantiene una confianza en el entrenador que no se veía desde los tiempos de Guardiola. Hablando de Pep créanme si les digo...
Ver Más
