La Diputación de Valencia ha aprobado este miércoles por amplia mayoría y en el pleno que ha celebrado el presupuesto de la institución para 2025, unas cuentas que llegan a 784 millones de euros y que están marcadas por las consecuencias de la dana ha devastado localidades de esta provincia con el fin de ayudar a los afectados y abordar el proceso de reconstrucción necesario. Este presupuesto, «el más elevado de la historia de la Diputación», ha salido adelante con el sí del gobierno que forman PP y Ens Uneix y de dos de los grupos de la oposición, PSPV-PSOE y Vox, y han contado con la abstención de Compromís. Esta formación había planteado inicialmente rechazarlas y después ha cambiado su postura por «responsabilidad» hacia «la ciudadanía y a los ayuntamientos afectados» y confiando en que durante 2025 se puedan ir incluyendo al presupuesto propuestas como las medioambientales que plantea. El resto de partidos ha destacado la necesidad de estar en este momento «a la altura de las circunstancias» para hacer frente a la «catástrofe» generada por la dana y ha subrayado las cesiones que han hecho en favor del «consenso», con el fin de sacar adelante las cuentas del próximo año y «dar ejemplo» de respaldo. «Apostamos por unas cuentas excepcionales debido a que estamos en una situación excepcional. El presupuesto se incrementa de manera significativa hasta los 784 millones de euros», ha afirmado la diputada de Hacienda, Laura Sáez (PP), que ha aludido también a la modificación presupuestaria extraordinaria hecha sobre las cuentas de 2024 y aprobada también en esta sesión por valor de 51 millones de euros para asumir -con el remanente existente- los «muchos contratos de emergencia» hechos «desde el minuto uno» por esta corporación con el fin de atender las consecuencias de la dana. Sáez ha apuntado que el objetivo ha sido «agilizar plazos» y ser «eficientes y rápidos para que las empresas que trabajan en esos contratos puedan cobrar» sin esperas. En esta partida se contemplan 25 millones para carreteras provinciales, 15 para el fondo incondicional de municipios afectados, 7 para gestión de residuos sólidos, 1,3 para el ciclo integral del agua y 1 para dotar de equipos informáticos a ayuntamientos damnificados. La titular de Hacienda, que ha comentado que el presupuesto de 2025 busca atender a los damnificados por la dana sin descuidar a otras localidades no afectadas , ha señalado que esos 51 millones con cargo a 2024, junto a 20 millones del Consorcio de Bomberos para equipamientos y parques y las aportaciones del presupuesto del próximo año llevan a que la Diputación destine «150 millones de euros en diferentes actuaciones para reparar daños y atender a los afectados». Asimismo, ha asegurado que las de 2025 son unas cuentas «realistas ajustadas a las necesidades» actuales tras las inundaciones y un «documento abierto y cambiante» para ir atendiéndolas en el tiempo. «Este presupuesto no es más que un punto de partida. Está abierto a modificaciones. Dadas las circunstancias excepcionales, estas cuentas necesariamente deberán adaptarse en función de las nuevas necesidades y prioridades», ha dicho. En el presupuesto 2025 hay 40 millones para el fondo de contingencia posdana; 20 millones para el Plan de Respuesta y Prevención contra Catástrofes Naturales; 6 millones para subvenciones de respaldo a los sectores económicos; 3 millones para asesoramiento municipal; y 10 millones que se añaden al Fondo de Cooperación Municipal para inversión y gasto corriente. En la sesión plenaria se ha acordado además, también con la abstención de Compromís y el sí del resto de grupos, la aprobación del límite de gasto del nuevo presupuesto, con el que se incumplen las reglas fiscales al verse aumentado y por lo que habrá que hacer nuevos informes, cálculos y ajustes. El presidente de la Diputación, Vicent Mompó , ha remitido una carta al Gobierno central pidiendo que se suspendan las reglas fiscales para este y próximos ejercicios teniendo en cuenta la situación actual y para permitir endeudamiento sin consecuencias. Laura Sáez ha subrayado «las aportaciones y mejoras» que han hecho a las cuentas planteadas inicialmente por su delegación los diferentes grupos políticos y les ha dado las gracias. «Durante la elaboración del presupuesto, el equipo de gobierno ha dialogado y tendido la mano a todos los grupos desde el minuto uno hasta el último porque la situación excepcional requiere un esfuerzo excepcional por parte de todos», ha aseverado, aunque ha lamentado que Compromís no se haya sumado al sí. También ha censurado la postura de este grupo la presidenta primera y representante de Ens Uneix, Natàlia Enguix. Saéz, como también ha hecho Enguix, ha manifestado que el actual es «un momento en el que los municipalistas» han de caminar «juntos» y ha indicado que eso es «lo que piden los ciudadanos», además de señalar la necesidad de hacer «acciones concretas» para «paliar las consecuencias económicas y sociales de tanta destrucción» y dar una respuesta «a la altura de la tragedia». El pleno se ha iniciado con un minuto de silencio en recuerdo de los más de 220 fallecidos por la dana en la provincia y en solidaridad con sus familias y con el resto de afectados. Vicent Mompó ha destacado la «herida enorme» que ha dejado una «catástrofe sin precedentes», además de resaltar que es «ineludible responder» y la necesidad de mirar hacia la «reconstrucción». «Es momento de que los afectados perciban que las administraciones están a su lado», ha declarado, al tiempo que ha pedido estar «a la altura de los valencianos» y ha dicho que eso «significa actuar con diligencia, voluntad y firmeza» al margen de diferencias políticas. Desde Vox, Sergi Pastor, ha descartado el «discurso político» y ha expresado el respaldo a las cuentas de 2025. «No vamos a entrar en esa confrontación, vamos ahora y durante todo el tiempo que se necesite a tender la mano y estar al lado de los políticos que quieren hacer política al servicio de los ciudadanos», ha dicho. El portavoz del PSPV, Carlos Fernández Bielsa, ha indicado que los afectados necesitan «volver a la normalidad cuanto antes» y que se actúe con «luces cortas», para manifestar que su respaldo al presupuesto es «un voto contra el olvido y para la esperanza». Asimismo, ha valorado que sea «ambicioso» y expansivo, sin «regatear esfuerzos», y que recoja «muchas» de las demandas planteadas por los socialistas.
