Guardiola ahuyenta los miedos, levanta la pesada losa de siete encuentros sin ganar y toma aire gracias a Kevin De Bruyne, fundamental el belga en la victoria del Manchester City sobre el Nottingham Forest (3-0). Un triunfo que reengancha al club 'citizen' en la lucha por la Premier y pone fin a la peor racha del técnico español en Inglaterra. Hacía mucho que Guardiola no se veía en una situación parecida, si es que alguna vez lo estuvo. Incapaz, desde hace un mes, de hacer funcionar a su equipo, enrabietado y con rumores —aún lejanos— de un posible despido, el Forest de Espírito Santo representaba una prueba de fuego. El City salió airoso, dominando desde el principio, metiendo intensidad al choque y con el viento a favor gracias al temprano gol de Bernardo Silva (min. 8). No se detuvo ahí el conjunto de Manchester, que siguió presionando, aun a costa de desproteger su defensa. Pudo aprovecharlo el Forest, pero Wood falló de forma clamorosa en un mano a mano ante Ortega. Justo en la siguiente jugada, De Bruyne enganchó un disparo a la red después de una buena jugada de Doku (min. 31). El belga, motivo de polémica esta semana por sus recientes suplencias, demostró estar en buena forma. Clave en la construcción de juego, también lideró el ataque y creó algunas de las mejores oportunidades de su equipo. Pese a la ventaja, había cierta tensión en el Etihad. En el recuerdo, la remontada del Feyenoord en la Champions de hace una semana, cuando el City dejó escapar una ventaja de tres goles. Doku (min. 57) disipó las dudas con una buena jugada personal que derivó en el tercer tanto de los locales. Guardiola, brazos al aire y mirada al cielo, disfrutaba con lo que veía de su equipo. El gol fue demasiado para el Forest, ya a merced del rival y sin demasiado ímpetu en sus ataques. De ahí al final, hubo tiempo para despedir a De Bruyne con una ovación al ser sustituido, y también para comprobar la frustración de Haaland al quedarse sin su gol.