Rubén, anhelo a Cristo (cuatro de cuatro)
Rubén Darío conocido al inicio de su existencia como el poeta niño, desde muy tierna edad era además de curioso y observador, muy inquieto y temeroso ante todo oscuro que conlleva el misterio. Es así, y por eso, que al poseerle dudas en cuanto a lo que integra su fe, se hizo eco en su excelsa poesía como lo dijo Anderson Imbert, en la lucha entre "el fauno y el ángel" que en él habitaban.