Destinos rurales para una Navidad de postal

Para esos eternos amantes de la Navidad, la que se vive lejos de rascacielos y grandes avenidas, están los pueblos de la provincia de Burgos. Paisajes nevados, pueblecitos rodeados de montañas, valles y bosques milenarios. Cielos llenos de estrellas al caer el sol, una chimenea y un recetario diseñado al detalle para combatir las bajas temperaturas con los mejores sabores. Para los viajeros que buscan destinos en los que recuperar las tradiciones de siempre están pueblos como Briviesca. La capital de la Bureba inaugura su Navidad con una ceremonia mágica. El 18 de diciembre toca mirar al cielo, porque cientos de farolillos de papel guiarán a los "Christmas lovers" hasta este rincón de la provincia de Burgos y otros pueblecitos que son garantía de una Navidad de postal.

Briviesca, un pueblo de luz, fiel a sus tradiciones

Capital de la comarca Bureba-Ebro, al nordeste de la provincia de Burgos, Briviesca es tierra de cereal y el escenario perfecto para vivir una Navidad de esas de cuento. Aquí, en esta localidad que presume de ser cuna de hidalguía, no falta ninguno de los elementos para vivir una Navidad de diez. ¡Y no son decoración! Briviesca es así de manera natural: paisajes nevados, calles empedradas, vigas de madera sosteniendo una arquitectura tradicionalmente castellana. ¡Una belleza!

En este singular punto de la provincia de Burgos tiene lugar una de las citas navideñas más apetecibles para quienes buscan ponerle un toque original a su Navidad. Aquí el calendario comercial no ha sido capaz de acelerar las tradiciones y no es hasta el 18 de diciembre que Briviesca inaugura su calendario navideño. Eso sí, lo hace de una manera especial: el lanzamiento de cientos de farolillos inunda el cielo de la Bureba de auténtica magia.

Vecinos y viajeros llegados de distintos lugares atraídos por la belleza de este punto de la provincia de Burgos comparten emoción con los más pequeños entre chocolate caliente, las famosas almendras garrapiñadas de esta tierra y el calor de las luces que lo iluminan todo. Es el Día de la O, de la Virgen de la O, a la que los niños, vela en mano, le dedican la tonadilla tradicional, repitiéndola una y otra vez a lo largo del pasacalles tras el cual, se va encendiendo tanto el alumbrado público como las luces de Navidad, iluminando la localidad. La Navidad comienza a sentirse en las calles de Briviesca y es como la Navidad de antes.

Ir a conocerla es recordar tradiciones, en ocasiones olvidadas, en un escenario realmente único. Briviesca se encuentra en el corredor natural que va desde el Alto de la Brújula hasta el impresionante Desfiladero de Pancorbo, por lo que la naturaleza que rodea a este lugar es capaz de dejar al viajero sin aliento. Y para los amantes de la belleza patrimonial, solo hay que perderse por sus calles para dejarse deslumbrar por el Conjunto Monumental de Santa Clara, la máxima expresión del Renacimiento en esta población, o admirar la belleza del Palacio de Soto Guzmán (siglo XVII), hoy sede del Ayuntamiento.

El Belén Viviente de Torregalindo

Al sur de la provincia de Burgos, en tierras de viñedos de la Ribera del Duero, se encuentra Torregalindo, conocida por los restos de su castillo, con orígenes en la Reconquista, por el pórtico monumental de su Iglesia de San Juan Bautista, por una gastronomía exquisita y por celebrar la llegada de los Reyes Magos como pocos lugares en España.

Declarada Fiesta de Interés Turístico Regional en 2022, el Belén Viviente de Torregalindo es sin duda una cita marcada en rojo en el calendario para los amantes de las auténticas tradiciones. Todo empezó el 5 de enero de 1985, cuando esta localidad decidió dar vida a Belén. Desde entonces, todos los vecinos trabajan todo el año para que, la víspera del día de Reyes, cada escena del Auto de los Reyes Magos quede representada en un rincón diferente del pueblo de la forma más realista posible, de forma que los asistentes pueden presenciar en vivo no solo la historia del nacimiento de Jesús y la adoración de los Reyes Magos, sino también descubrir cómo se vivía en aquella época. Una manera preciosa de mantener vivas las tradiciones que nos llevan desde hace siglos a celebrar la Navidad.

Mercados navideños en algunos de los pueblos más bonitos de España

Porque la Navidad está hecha para recorrer las calles pertrechados con guantes, bufandas y abrigos bien cerrados. Si además esas calles rezuman historia y los paisajes que dibujan el entorno son montañas nevadas y pueblecitos con tejados blanqueados por la nieve, entonces el cuento de Navidad está completo. Para viajeros que no se conforman con menos están Oña, Poza de la Sal y Covarrubias, que además cuentan con mercados navideños que merecen mucho la pena (algunos artesanales).

De claro sabor medieval, Oña tiene dos visitas ineludibles: el Monasterio de San Salvador, donde destacan los panteones reales y condales, el retablo mayor barroco y su claustro del siglo XVI y la Casa del Parque Natural de los Montes Obarenes-San Zadornil, situada en la antigua vaquería del monasterio y donde, aparte de visitar el centro de interpretación y disfrutar de una exposición permanente con recursos interactivos digitales y autoguiada, se puede admirar la inmensa belleza del desfiladero del Oca. Una vez descubierto este paisaje, es imposible no adentrarse en su profunda garganta para perderse por la Sierra de Oña y las primeras estribaciones de la Sierra de La Llana.

Cuna de Félix Rodríguez de la Fuente, Poza de la Sal es naturaleza salvaje y patrimonio se mire por donde se mire, por algo acaba de entrar en la lista 2025 de los Pueblos Más Bonitos de España. Situada a los pies de un gran macizo rocoso sobre el que observa el castillo de los Rojas, perderse por sus calles de aires medievales es recordar que se pisa villa fortificada; las murallas y las puertas lo certifican, tal es el caso del Arco del Conjuradero, la entrada principal a este hermoso enclave burgalés. Acercarse hasta aquí en Navidad es disfrutar de su Iglesia de San Cosme y San Damián, de origen gótico y con portada barroca, conocer el museo dedicado al famoso naturalista que dio esta tierra y, cómo no, visitar el conjunto de las salinas recuperadas empezando el periplo por la Casa de Administración de las Reales Salinas (siglo XVIII), donde se encuentra el Centro de Interpretación de las Salinas.

Otra opción es acercarse a Covarrubias, otro de los Pueblos Bonitos de España. El entramado medieval de las vigas de madera de las casas castellanas de esta villa hace que la Navidad sea aún más bonita si cabe. Su centro, declarado Conjunto Histórico Artístico, es un derroche de buenas excusas para venir a empaparse de belleza, arte e Historia. Nada menos que siete monumentos declarados Bien de Interés Cultural son el escenario de uno de los mercados navideños más bonitos de la provincia de Burgos. La antigua Colegiata de San Cosme y San Damián, el Torreón de Doña Urraca y el Archivo del Adelantamiento de Castilla, son solo algunos de ellos.