Sólo por simbólicos y especiales momentos como este, de caprichosa conexión entre un pasado y un futuro que insisten en ser presente, mereció la pena que
Chris Paul sacrificara sus ansias de anillo por la diversión y la especie misión a la vez de jugar al lado de
Victor Wembanyama y enseñarle: en su retorno, el fenómeno francés le ayudó anoche a erigirse en segundo máximo asistente de la NBA de todos los tiempos en la victoria de los Spurs contra los Pelicans (121-116), pasando a
Jason Kidd y quedando sólo ya
John Stockton por encima de CP3.
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