Diez días. Es el tiempo que necesitó la ofensiva iniciada el 27 de noviembre en Alepo para llegar a Damasco. Una operación coordinada desde el norte, que avanzó hacia la capital prácticamente sin resistencia y, hasta la fecha, sin derramar sangre. El régimen sirio se ha desmoronado, y el dictador Bashar Al Asad huyó del país. Miles de personas lo celebraron.