El partido entre el Atlético y el Sevilla FC fue frenético sobre el césped, cargado de tensión competitiva y sólo se pudo cerrar en el descuento con el tanto de Griezmann que ponía el 4-3 en el marcador del Metropolitano a favor de los locales. En ese momento el estadio colchonero explotó, se liberó, pero desgraciadamente, algún futbolista de los de Simeone no supo mantener las formas en la celebración, caso del defensa José María Giménez . El uruguayo fue cazado por las cámaras de la retransmisión gritando y encarándose presuntamente con la afición del Sevilla FC presente en el Metropolitano. Algún que otro insulto llegó a percibirse por televisión, donde se vio a Giménez diciendo «a chuparla» cuando festejaba abrazado a sus compañeros el 4-3 anotado por Griezmann al final del choque. Para el defensa del Atlético esas expresiones no tenían un destinatario concreto, aunque por sus gestos la afición del Sevilla que estaba en el estadio Metropolitano se sintió claramente aludida y no disimuló su enfado. En efecto, los aficionados sevillistas sí entendieron que ese censurable gesto sí estaba dirigido a ellos. Giménez tuvo un partido tenso, como todos, y llegó tocado a la cita; tuvo incluso que probarse el mismo domingo por la mañana antes de que Simeone apostara por él en el once inicial. Tuvo que emplearse a fondo con la movilidad de Isaac Romero y al final no liberó sus emociones de la mejor manera.
