La caída o el debilitamiento del cabello como efecto secundario de algunos tratamientos para el cáncer de mama suponen una angustia añadida para la mayoría de las pacientes. Aunque pueda parecer algo frívolo, perder el pelo de la cabeza en estas circunstancias es un evento traumático que afecta a la autoestima. Por lo general, el pelo vuelve a crecer una vez finalizado el tratamiento, pero en algunas personas la caída puede ser permanente. El minoxidil es un medicamento vasodilatador que inicialmente se desarrolló como tratamiento para la presión arterial alta, pero los médicos e investigadores descubrieron que uno de sus 'efectos secundarios' era el crecimiento del cabello. Desde entonces se usa en loción, sin receta, como crecepelo; y, desde hace menos tiempo, se puede tomar también a dosis bajas en pastillas, con receta , para tratar la caída del cabello. Sin embargo, se sabe que el tratamiento con receta dilata los vasos sanguíneos y los expertos temen que esto pueda aumentar los efectos secundarios de la quimioterapia relacionados con el corazón y provocar dolor en el pecho, dificultad para respirar o acumulación de líquido. Ahora, un estudio en mujeres con cáncer de mama sugiere que dosis orales bajas de minoxidil, tomadas durante o después del tratamiento del cáncer, hacen crecer nuevamente el cabello en la mayoría de las pacientes y sin causar efectos secundarios graves relacionados con el corazón que requieran terapias adicionales u hospitalización. El nuevo análisis, dirigido por investigadores de NYU Langone Health, incluyó a 51 mujeres que fueron tratadas durante diferentes etapas del cáncer de mama. De ellas, 25 recibieron alguna combinación de cirugía o radiación además de quimioterapia, y 26 recibieron solo las dos primeras terapias. «Nuestros resultados deberían ofrecer tranquilidad a las pacientes con cáncer de mama de que efectivamente existe una forma segura de combatir la pérdida de cabello «, señala la coautora principal del estudio, Devyn Zaminski, de la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York. Si bien estudios anteriores han examinado el uso de minoxidil en mujeres con cáncer de mama , los investigadores aseguran que este nuevo trabajo es uno de los más completos hasta la fecha que analiza tanto la seguridad como los beneficios del fármaco crecepelo en este tipo de pacientes. Los resultados se publican en 'Journal of the American Academy of Dermatology'. Para el análisis, el equipo de investigación recopiló datos del sistema de registros médicos electrónicos de NYU Langone Health desde 2012 hasta 2023. De cientos de pacientes con cáncer de mama a las que también se les recetó minoxidil oral para la caída del cabello , los investigadores identificaron a 51 mujeres que habían tomado el medicamento durante más de un mes y que tenían datos en sus registros sobre cómo de bien toleraban el medicamento. Tomaron en cuenta la edad, la raza y el historial médico previo. Analizaron detalles del cáncer de mama, otros medicamentos y factores demográficos adicionales. Según las evaluaciones de los médicos y los propios informes de los pacientes, todas las que tomaron una dosis baja de minoxidil oral experimentaron mejoras en el crecimiento del cabello o una estabilización de su pérdida de cabello entre tres y seis meses después de comenzar la terapia . «En base a estos hallazgos, se ha demostrado que el minoxidil es seguro para los pacientes y, al mismo tiempo, eficaz. Por lo tanto, la eficacia del minoxidil puede ayudar a los pacientes a recuperar su sentido de sí mismos y cierto control en una situación en la que se les ha arrebatado visiblemente», afirmó la coautora principal, la doctora Kristen Lo Sicco, profesora adjunta del Departamento de Dermatología Ronald O. Perelman de la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York. Lo Sicco considera que se necesitan más estudios para confirmar los nuevos resultados en un mayor número de pacientes y personas con otras formas de cáncer y tratamientos de quimioterapia. Además, el equipo de investigación advierte de que es posible que los pacientes no hayan revelado efectos secundarios leves relacionados con el corazón, como una acumulación menor de líquido, porque podrían haber ocurrido sin ningún síntoma.