El comienzo de caballo de carreras del
Barça es el máximo culpable del desconcierto que está viviendo una gran parte de la sociedad azulgrana. Ya lo recordaba
Lluís Foix hace una semana en esta página que los exámenes son en mayo y no antes, pero el barcelonismo es así de inquieto para algunas cosas, especialmente cuando se trata del equipo. Lanza las campanas con admirable rapidez al presenciar goleadas a equipos como
Bayern y
Madrid, nota cambios positivos en la plantilla y asiste a un bajón de los rivales directos. El entusiasmo, sin embargo, acaba cuando por el retrovisor aparece más cercano el adversario blanco, el equipo pierde un partido en casa y se deja unos puntos en otro campo.
Seguir leyendo...