El BCE señala que el Plan de Recuperación suma 1,5 puntos al PIB de España, el triple que en la eurozona
La institución monetaria calcula que el impacto en la actividad económica de las transferencias de los fondos comunitarios del 'Next Generation' (disponibles hasta agosto de 2026) solo será ligeramente superior en Italia
La OCDE eleva dos décimas el crecimiento de España al 3% este año y otra más al 2,3% en 2025 pese a la DANA
Un informe “ocasional” del Banco Central Europeo (BCE) señala que la primera fase del Plan de Recuperación (de 2021 a 2026) va a elevar entre un 1,2% y un 1,8% el nivel del PIB (Producto Interior Bruto) de España. El escenario central (el más probable) se queda en un 1,5% —casi 25.000 millones—, el triple que en el conjunto de la eurozona.
La institución monetaria calcula que el impacto en la actividad económica de las transferencias de los fondos comunitarios del también conocido como 'Next Generation' (disponibles hasta agosto de 2026) solo será ligeramente superior en Italia, donde el rango se sitúa entre un 1,3% y un 2%. La estimación del BCE del impacto del Plan de Recuperación para el PIB de la eurozona se queda entre un 0,3% y un 0,9% hasta 2026.
Estas previsiones incluyen una importante incertidumbre sobre el grado de despliegue de los fondos entre la proyección más pesimista y la más optimista. Además, tienen en cuenta dos canales de transmisión. El principal es el “canal fiscal” —el desembolso del dinero para inversiones y consumo de administraciones, empresas y familias— . Pero, además, una décima aproximadamente del efecto de esta primera fase se corresponde al “canal” de las reformas estructurales ligadas al propio Plan de Recuperación —como la reforma de las pensiones, la laboral, la de los impuestos u otras políticas tomadas desde 2020 en nuestro país—.
“Los efectos sustanciales en estos dos países [Italia y España] se deben principalmente al hecho de que el gasto financiado por el Plan de Recuperación representa una elevada proporción de su PIB total. También cabe señalar que en algunos de los países más pequeños de la eurozona, como Grecia y Croacia, se observan efectos similares”, incide el informe del BCE.
A partir de 2026 y hasta 2031, aumentará el impacto del “canal” de las reformas estructurales, según el mismo ejercicio de proyecciones, elevando en un 0,6% el nivel del PIB, aproximadamente, para todos los países de la eurozona. Mientras, el “canal fiscal” de la segunda fase del Plan de Recuperación —que ya no serán transferencias, sino préstamos 'asequibles'— aportará un 0,2% a la actividad del conjunto de los socios comunitarios; y, en concreto, alrededor un 0,4% a Italia y un 0,5% a España. Es decir, el nivel del PIB de nuestro país crecerá otro punto porcentual —algo más de 15.000 millones—.
“Infraejecución” entre 2021 y 2023
“Entre 2021 y 2023, se produjo una significativa infraejecución del gasto financiado por el Plan de Recuperación en la mayoría de los países de la eurozona en comparación con sus planes originales”, continúa el documento del BCE, publicado la semana pasada. Según argumentan los expertos de la institución, esta “infraejecución” se debe a “dos factores que fueron particularmente evidentes en los tres primeros años del 'Next Generation': los límites a la capacidad administrativa para gestionar el gasto; y una secuencia de perturbaciones que provocaron estrangulamientos en la oferta y una reducción de los contratos públicos debido a una inflación superior a la prevista”.
Por estas razones, la mayor parte del impacto de la primera fase del Plan de Recuperación se concentra entre el 2024 y el 2026. “El motivo principal que se aduce es el tiempo necesario para definir los procedimientos de contratación y cada una de las licitaciones (adjudicadas por concurso a empresas) o subvenciones (asignadas a empresas u hogares previo cumplimiento de requisitos o proyectos) que se asignan a entidades privadas y públicas, pero esta fase preparatoria ya ha concluido en gran medida”, explica el BCE.
“El gasto del Plan de Recuperación ha empezado a ganar tracción”, continúa. “Por supuesto, esto no significa que los problemas hayan desaparecido de repente. Las limitaciones administrativas, los retrasos en la ejecución, la aplicación ineficaz y las nuevas perturbaciones siempre pueden materializarse. Por lo tanto, es importante destacar la incertidumbre que rodea a la expectativa de que el gasto financiado por los fondos europeos se ponga al día en los últimos años del programa”, admite el informe de la institución.
España, un 'alumno' aventajado
Según los datos del Ministerio de Economía, España ha asignado ya los casi 80.000 millones en transferencias que le correspondían a las distintas palancas del Plan de Recuperación (transición energética, digitalización, infraestructuras...). De esa cantidad, se han realizado convocatorias de licitaciones o subvenciones por 75.500 millones. Por último, se han resuelto alrededor de 44.000 millones de estas convocatorias, que han llegado ya o van a llegar próximamente a más de 800.000 adjudicatarios —el 40% microempresas y pymes, el 42% grandes empresas y uniones temporales de empresas, el 4% hogares, el resto fundaciones—.
Estas cifras colocan a nuestro país como uno de los más avanzados en el despliegue del 'Next Generation'. El informe del BCE también sitúa a España solo por detrás de Francia en la consecución de los hitos (las reformas) que van ligados a los distintos desembolsos de la Comisión Europea. Este mismo lunes, el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, confirmó en Bruselas la intención del Gobierno de solicitar un quinto pago antes de final de año con una cuantía aumentada, por encima de los 7.500 millones previstos, ya que adelantará hasta 50 hitos y objetivos correspondientes a tramos posteriores del Plan.
Según aseguró Cuerpo a los medios de comunicación en el contexto de la reunión de ministros de Economía de la eurozona (el Eurogrupo), se trata de elementos que España ya está cumpliendo de manera adelantada y que se corresponden con el sexto, séptimo e, incluso, octavo desembolso. El ministro evitó concretar cifras, pero Moncloa ya especificó el pasado 3 de diciembre que esto permitirá formalizar, antes del final de 2024, la solicitud oficial del quinto desembolso por más de 7.500 millones de euros en transferencias, junto a los dos primeros desembolsos de préstamos, lo que supondrá un importe total cercano a 25.000 millones de euros.
Cuerpo matizó que habrá que “redefinir” el calendario, tanto de transferencias como de préstamos, con la Comisión Europea, algo que espera hacer en las “próximas semanas”. La solicitud de este quinto desembolso se ha retrasado un año porque estaba ligado a la reforma fiscal, que ha sido aprobada recientemente en el Congreso tras una negociación agónica entre el Gobierno y sus socios. El ministro considera que esta “reforma” será evaluada de manera positiva por el Ejecutivo comunitario, aunque, entre otras medidas, está pendiente un nuevo acuerdo parlamentario sobre el impuesto a las energéticas.
Por otro lado, Cuerpo también espera que en las próximas semanas culmine la negociación con Bruselas sobre la reprogramación de fondos del Plan de Recuperación para la reconstrucción de las zonas afectadas por la DANA. Al respecto, Cuerpo explicó que se están llevando a cabo dos ejercicios paralelos: “El primero, calcular la cuantía total de fondos que podrán dedicarse a esa adenda y, a la vez, definir los proyectos a los cuales dedicar esos fondos”.
“Lo estamos haciendo de manera conjunta con la Comisión Europea, pero también con los agentes sociales sobre el terreno, allí en la propia provincia de Valencia. De hecho, me reuní con ellos hace apenas unos días para definir entre todos lo que sería ese proyecto”, detalló.
Crecimiento económico
El Plan de Recuperación es una pieza clave en las proyecciones de crecimiento económico de España, que lidera a los principales socios comunitarios. La semana pasada, la OCDE mejoró dos décimas el avance del PIB de España al 3% este año y otra más al 2,3% en 2025, pese al golpe de la DANA y pese a la debilidad de la eurozona, cuya actividad crecerá en conjunto un 0,8% y un 1,3%, respectivamente, principalmente por el estancamiento de Alemania.
El ejercicio de proyecciones de la institución internacional da por cerrada la crisis de precios que se ha sufrido desde 2021. Según prevén los economistas de la OCDE, la inflación en España se quedará en el 2,8% de media este 2024, y se moderará al 2,1% el próximo ejercicio. Esta 'desinflación' será uno de los motores del crecimiento económico al aliviar el 'bolsillo' de las familias y apoyar el consumo.
El otro gran impulso está relacionado con que “la inversión [de las empresas] se recuperará apoyada por menores costes de financiación [por las bajadas de los tipos de interés del BCE] y la implementación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia”, señala la OCDE. La inversión es uno de los componentes del PIB más retrasados en este ciclo de crecimiento. Y, a partir de ahora, pasa a ser crucial debido al límite al aumento del gasto público que supone la reactivación de las reglas fiscales de la Unión Europea (UE).