Morant gana un pulso (de momento) a Ayuso
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¿Qué tal, cómo estás? Hoy traemos menos temas, pero con un poquito más de desarrollo. También llego un poquito más tarde que de costumbre, estábamos esperando porque quería incluir el informe PIACC sobre educación de adultos, que se desembargaba hoy a las 11 am y te cuento más abajo. Vamos al lío.
Voy a seguir una semana más con el tema Ayuso-universidades, porque es bastante grave. Pero ampliamos el foco. Los madrileños no son los únicos rectores que están apretados por su gobierno (hola, Moreno Bonilla).
El martes fue un día intenso en la Comunidad de Madrid. Era el día que se reunían los rectores de las universidades públicas con la presidenta Ayuso para hablar de financiación. La expectación era alta ante la cita, después de que los mandatarios levantaran la voz por la situación crítica que viven.
La presidenta trató de anticiparse y cambiarles el paso a los rectores revelando, minutos antes de la cita, que Madrid se iba a adherir finalmente al programa María Goyri, por el que el ministerio va a cofinanciar (sin corresponderle, no tiene las competencias) la contratación de más de 600 profesores. Madrid era la única comunidad que no iba a participar en el programa. La única. Castilla y León se va a incorporar tarde y sus universidades tampoco están encantadas con la idea, pero lo hará.
Luego resultó que ese comunicado incluía, abajo del todo, alguna salvedad. Como no le gusta el programa, Madrid mandaría una alternativa al ministerio para “adaptarlo” a su realidad. La presidenta que siempre habla de la igualdad entre españoles quiere una versión propia de un programa nacional. Ayer lunes se supo que pretende obviar la obligatoriedad de mantener a estos profesores cuando se acaben sus contratos, tal y como contempla el programa. El ministerio le contestó por carta que no piensa hacerlo. El programa es el que es, y si quieren adherirse como el resto de comunidades, ahí está el documento para firmar. Finalmente, el Gobierno regional cedió y en la tarde de ayer anunció que firmará el convenio tal y como está.
En la reunión con los rectores, Ayuso les informó de que va a subir la inversión en universidades un 4%. Es más que el 0,9% previsto, pero los responsables de los seis centros públicos explicaron después que sigue siendo insuficiente. Que no llegan a los mínimos. Madrid es la región más rica de España, pero la que tiene una universidad más cara y la que peor la financia (estas dos cosas tienen una relación clara). Hay campus que se caen a pedazos. El estado de la Complutense que relata aquí El País es paradigmático de esta situación.
Con este rejonazo a la universidad, Ayuso culmina cinco años de ataque sistemático a lo público. En Educación ha tocado todos los palos y ha conseguido enfadar a todo el mundo. Tiene hasta mérito. Le han montado huelgas las maestras de infantil, las de Primaria, el profesorado de Secundaria (¡siete jornadas!). Han protestado por sus políticas la patronal de centros de infantil y asociaciones de centros privados sin concertar. Ha redoblado la apuesta por la privatización de la FP, sin olvidar aquel momento durante el confinamiento en que decidió que lo mejor para los niños que se quedaban sin el comedor del cole era recibir cada día una pizza. Quizá su mayor logro haya sido poner de acuerdo contra sus políticas a sindicatos como CNT o CGT con otros como ANPE o CSIF, en las antípodas ideológicas.
La táctica es antigua. Se deteriora el servicio público para hacerlo ineficiente, de manera que la gente se vaya a lo privado. Por si hay alguna duda, ahí está la ley Maestra, la primera y única educativa de la Comunidad de Madrid, hecha ad hoc para defender a la escuela privada concertada. Deterioras un servicio y refuerzas el otro, de manera que cuando la gente deje de ir al público puedas justificar una menor inversión. Es exactamente lo mismo que está pasando con la Sanidad o el transporte público.
Ayuso, por cierto, no está sola. Es verdad que tiene mucho más foco, pero su compañero de partido Juan Manuel Moreno Bonilla sigue discretamente su estela. Las universidades andaluzas también gritan socorro y exigen a la Junta 50 millones de euros. Hoy tienen un acto conjunto para hablar de su situación.
El consejero de Universidades dice no entender “la inquietud” de los rectores. La memoria es corta: él mismo podría haber estado en el otro lado de esa discusión hace pocos meses, cuando mandaba en la Universidad de Córdoba.
Esta semana hemos hablado de...
- ¿Enseñamos mal las matemáticas? Eso cree Pablo Beltrán Bellicer, profesor de didáctica de las Matemáticas en la Universidad de Zaragoza. Y en parte por eso, explica, España está estancada en esta materia. Eso dice la última edición de TIMSS, un examen internacional que evalúa a estudiantes de 9-10 años. España salió regular, por debajo de la media, lejos de los mejores y con una creciente brecha entre chicos y chicas en una de las pocas disciplinas académicas donde los hombres rinden más que las mujeres.
- Este experto en enseñar a enseñar explica en esta entrevista que uno de los principales problemas que tiene el sistema es que en España no hay profesores especialistas de matemáticas en primaria. Una anomalía, cree, si se tiene en cuenta que sí los hay de Educación Física, Música o Inglés. Para enseñar esas materias hay que estar formado, para las matemáticas no. Y eso provoca que den clases maestros y maestras generalistas, sin un conocimiento específico de la didáctica de las matemáticas (cómo se enseñan y aprenden). Beltrán cree que “hace falta cambiar la cultura de aula”, que en esta materia se hace mucha repetición mecánica de ejercicios pero se razona poco. Te propongo que te la leas y luego ya lo criticas.
- Como estamos en temporada de grandes estudios internacionales (recordaréis que hace poco salió ICILS, sobre competencia informática), hoy se ha publicado PIACC, que mide nivel educativo y competencias de adultos. Tampoco trae buenas noticias: en España, una de cada tres personas entre 16 y 65 años tiene “carencias relevantes” en lectura, matemáticas y resolución de problemas. Si en otras pruebas solemos salir hacia la mitad, aquí estamos “significativamente” por debajo de la media de la UE. En este enlace encuentras el artículo, recién salido del horno.
- El documental que lleva la violencia sexual a los institutos. Muchos institutos están proyectando estos días No estás sola: la lucha contra la manada, un documental sobre el famoso caso de Sanfermines de 2016 (y otros) como herramienta de reflexión sobre el carácter estructural de la violencia sexual. En ocasiones organizan después debates, como este de los dos directores con un millar de estudiantes que les planteaban dudas o comentarios y en el que estuvo presente mi compañera Marta Borraz. Ejercicios como este son muy necesarios, sostienen algunos docentes que participan en esta iniciativa. Nuestros adolescentes no recuerdan (¿conocen?) el caso de 'la manada', pasó hace ocho años ya y apenas eran niños.
Para subir nota
- Una hora semanal de atención especializada a un niño con necesidades especiales en Málaga. José David tiene seis años y en el colegio le cuesta atender y tiene dificultad para expresarse. Tiene un trastorno por déficit de atención, trastorno del espectro autista (en grado 1, el más leve) y un trastorno específico del lenguaje. Por ello, la Junta de Andalucía pone a su disposición algunas horas de una maestra de audición y lenguaje y una vez a la semana, durante una hora, una maestra especializada. Ahí se acaba el apoyo educativo, denuncian el colegio y su familia. Ni siquiera es el único, hay dos docenas de niños en la misma situación en el CEIP Rosa de Gálvez de Málaga.
- Galicia renuncia a 22 millones de euros y 3.200 plazas de infantil. No es la primera comunidad que lo hace. La Xunta ha devuelto al Gobierno una buena parte de lo que le tocaba de los fondos europeos para crear plazas públicas de infantil. Dice la Xunta que el programa estaba mal diseñado y no se ajusta a su comunidad. La Xunta aplica un modelo parecido al andaluz, la otra comunidad que rechazó el dinero: financiar con sus fondos las plazas en centros privados.
- Anulado el doctorado de una exdiputada de Ciudadanos. Por plagio. Es una circunstancia muy poco usual. Primero fue la Complutense, “por falta de originalidad”. Emilia Fernández, que estuvo en la Asamblea de Madrid entre 2019 y 2021, recurrió. El TSJM fue menos indulgente: habla directamente de plagio. Ella se considera ahora víctima de “un proceso injusto y arbitrario” y ha abandonado la docencia universitaria.
Lo dejo aquí.
Gracias por leernos y el apoyo.
¡Hasta la semana que viene!