Las bajas temperaturas que están por llegar y el clima invernal incrementan el riesgo de enfermedades respiratorias y articulares en perros y gatos. Expertos veterinarios recomiendan cuidados preventivos específicos y refuerzan la importancia de la desparasitación durante esta época del año. Mantener una alimentación equilibrada, realizar revisiones periódicas y reforzar la protección contra parásitos son claves para evitar problemas de salud. «El frío extremo, especialmente en perros de razas pequeñas, de pelo corto, edad avanzada o con problemas de movilidad, puede ser un riesgo para su salud. Las bajas temperaturas pueden afectar su temperatura corporal, causando hipotermia o problemas articulares, entre otros. La ropa para perros no es solo una cuestión de moda. En invierno, el riesgo de enfriamiento es real, especialmente para razas más vulnerables o animales que pasan mucho tiempo fuera de casa», explica a ABC Nuria Gómez Constanzo, experta veterinaria de Clinicanimal. Con la llegada del invierno, los animales, en especial los perros que por sus salidas al exterior pueden verse expuestos a las bajas temperaturas, lo que puede afectar su bienestar y salud. Si bien muchas personas asocian la ropa para animales con una cuestión estética, lo cierto es que, en determinadas condiciones climáticas, es una medida de protección esencial . En los días de frío, es recomendable proteger a nuestros mascotas de las bajas temperaturas, sobre todo si tienen necesidades especiales por su edad o raza. Hay quienes afirman que los animales no necesitan abrigo porque en el medio natural ningún animal se abriga para pasar el invierno, por más crudo que este sea. Esto no significa que no sufran el frío nuestras mascotas —perros y gatos— de hecho es común que los animales débiles (viejos, cachorros o enfermos) son candidatos seguros a pasar frío. Además hay que tener en cuenta que la mayoría de nuestras mascotas viven en casas con calefacción, lo que hace que el cambio de temperatura sea muy brusco cada vez que salen a pasear a la calle. A esta edad son muy comunes los problemas articulares, como las artrosis a nivel lumbar o lumbo-sacro. Estas patologías casi siempre empeoran con el frío intenso, pudiendo llegar a impedir que el animal logre levantarse solo y caminar. Estos animales necesitan sin duda estar abrigados en el invierno cuando salen a la calle o si permanecen en un patio. Además los animales ancianos no tienen sus defensas en estado óptimo y su energía es menor que cuando son jóvenes, por lo tanto es muy importante cuidarlos del tiempo frío, sobre todo a la noche, cuando descansan y se quedan muchas horas inactivos. Este es el momento en que es más posible sufrir un enfriamiento. Los perros de tamaño pequeño también padecen mucho el frío, pues su superficie corporal es muy grande en relación al tamaño, y esto facilita la pérdida de calor. Además sus reservas calóricas son menores y tienen menor capacidad par generar calor durante un tiempo prolongado. Vanessa Galán de SantéVet desmonta cinco mitos para proteger a tu perro o gato ante la llegada del frío o bajas temperaturas de este modo como decimos prevenir enfermedades y de este modo su mascota afronte al «general» invierno que llamaba Napoleón en las mejores condiciones. 1- Tengo que prohibir que mi gato salga a la calle y restringir los paseos de mi perro. Falso. No hay por qué prohibir que tus mascotas salgan fuera. La clave es tomar algunas precauciones antes y después del paseo. Puedes protegerlo con alguna prenda de abrigo, sobre todo si es de tamaño pequeño o pelo muy corto, si es senior o está en proceso de recuperación de alguna enfermedad. Hay que evitar los paseos muy largos, es mejor reducir el tiempo de paseo y aumentar el número de salidas, más cortas, para evitar que sus pezuñas y orejas se congelen. Tras el paseo, secar sus patas y vientre concienzudamente, estas zonas son muy sensibles al frío. En el caso de los gatos y si sigue haciendo sus rondas nocturnas durante los meses de frío, asegurarse de que pueda entrar en casa a la vuelta para poder calentarse. Revisa sus almohadillas para asegurarte de que no tenga hielo incrustado. Sea un gato o un perro, le gustará si baña sus patas en agua templada y luego las seca bien. 2- No debo bañar a mi mascota en invierno. No es del todo cierto. Ciertamente, si hace frío, no va a ser muy tentador para nuestro perro o gato pasar un largo rato en la bañera. Pero si fuera necesario (ya que pueden mancharse más de lo normal durante el paseo debido a la lluvia, los charcos y la nieve), no hay razones para no hacerlo. Lo principal es, como en cualquier otra época del año, usar un champú adecuado, no mojar la orejas ni la cara, evitar las corrientes de aire y secar bien su cuerpo después del baño. Hay que tomarse tu tiempo en esto último, utilice secador de pelo a ser posible, y evita que salgan a la calle hasta que no estén bien secos. En invierno es aconsejable disminuir la frecuencia de baños de su mascota y reducir su duración. Lávalos solo si es imprescindible, así mantendrás el ciclo natural de su pelaje y la producción de aceites naturales que producen para protegerse del frío. 3- Tengo que cambiar la dieta de mi mascota. Depende. Puede ser útil aumentar la cantidad de ración de comida de tu perro si es muy activo y gasta mucha energía, o si vive al aire libre (atención con su guarida, asegúrese de que está bien aislada del frío, que está caliente y su recipiente con agua no está congelado). Su veterinario puede aconsejarte sobre este punto: dependiendo de la raza y el estilo de vida de su mascota, la ración promedio se puede aumentar hasta un 30%, o puedes cambiar su pienso por uno con mayor concentración en calorías. Para el gato de interior o perros muy caseros que requieren de poca actividad física, no será necesario cambiar su dieta. Puedes consultar con su veterinario si observa que su mascota está decaída o con falta de energía en invierno, puede que necesite algún suplemento vitamínico. 4- Puedo olvidarme de las desparasitaciones hasta la primavera. Falso. Aunque puede haber menos garrapatas durante el invierno, y por lo tanto, menos riesgo de transmisión de enfermedades, recuerde que las pulgas están muy presentes durante todo el año. En invierno aprovecharán cualquier descuido para entrar en las casas en busca de zonas cálidas donde esconderse y reproducirse, para infestar a su mascota y de paso las alfombras, sofás, suelos de madera, etc. Para evitar estos problemas, le recomendamos seguir, incluso en invierno, con su calendario de desparasitaciones internas y externas. 5- Mi mascota corre un alto riesgo de intoxicación durante el invierno. Verdadero. Muchos propietarios de mascotas lo desconocen, pero una de las mayores causas de muerte de perros y gatos durante el invierno es la intoxicación por ingerir productos anticongelantes. Estos líquidos tienen un sabor dulzón que atrae a nuestras mascotas. En el caso de los productos empleados para derretir o impedir el hielo en carreteras, por ejemplo, son productos tóxicos que pueden impregnar las patas de los animales, provocando alergias o intoxicaciones si se lamen. Si vive en zonas donde nieva o hiela habitualmente, tomar algunas precauciones e impida que su perro o gato pasee sin supervisión. En el caso de los perros, intentaremos llevarlos siempre con correa cuando paseemos por zonas en las que pueda haber este tipo de productos. Si se trata de un gato que sale de casa, deberemos estar atentos a su llegada para limpiar muy bien sus patas y revisar el espacio entre las almohadillas. Existen multitud de opciones para abrigar a nuestro fiel compañero, entre las que se encuentran los forros polares, si queremos optar por una opción con mayor cobertura; o opciones más localizadas como las bufandas , que favorecen la movilidad. A la pregunta de qué tipo de prenda es la adecuada, los expertos aseguran que la mejor prenda es aquella específicamente para perros, que «sean cómodas, transpirables y de materiales que retengan el calor sin sobrecalentar al animal y que no restrinjan el movimiento, pero sí se adhieran a su figura para no interferir con sus paseos o actividades cotidianas», según explican desde Clinicanimal. Según explica a ABC la veterinaria Nuria Gómez Costanzo, «El frío y la humedad son factores que pueden predisponer a los animales a problemas respiratorios, especialmente en perros y gatos con sistemas inmunitarios debilitados o en edades avanzadas. Es importante estar atentos a cualquier signo de malestar y actuar de forma preventiva ». Durante el invierno, las enfermedades respiratorias como la tos de las perreras, la rinotraqueítis en gatos y otras infecciones de las vías respiratorias son comunes. El frío y la exposición a ambientes húmedos o cambios bruscos de temperatura aumentan las posibilidades de contagio, especialmente en animales muy jóvenes, mayores o con sistemas inmunes comprometidos. Para reducir el riesgo, es aconsejable evitar la exposición prolongada a bajas temperaturas, asegurarse de que el perro o gato cuente con un espacio cálido, limpio y sin humedad, y mantener sus vacunaciones y desparasitaciones al día. Además, las patologías articulares, como la artrosis, tienden a agravarse en los meses fríos. Los síntomas de dolor y rigidez en perros y gatos mayores pueden intensificarse, reduciendo su movilidad y su calidad de vida. Los expertos sugieren proporcionar camas cálidas y cómodas, evitar los cambios bruscos de temperatura y considerar suplementos que puedan ayudar a fortalecer las articulaciones bajo supervisión veterinaria. Desde Barkyn se ofrecen recetas, ricas en antioxidantes y proteínas de calidad, están hechas a medida para cada necesidad: ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, proporcionando confort y salud en cada comida.